11/3/25

Las aventuras de Jules y Asha

1940, Quebec. Una viuda se traslada con sus 4 hijos a la casa de su hermano. Jules, uno de los chicos, tiene una rara enfermedad cutánea que le dificulta el contacto social. Un día conoce a una niña india que comienza a mostrarle algunos secretos del bosque.
Es una historia bonita con bastantes cosas positivas y algunos errores. Se nota mucho que Sophie Farkas Bolla (su primer largo) ha sido, sobre todo, montadora de documentales. Le interesa mucho la naturaleza, la relación de los adultos y los niños con ella. Más aún que las historias personales. No construye muchas anécdotas y acontecimientos en las aventuras de Jules y Asha, simplemente les deja interactuar con el entorno.
Me gustan sus pequeños toques mágicos y, desde luego, el misterio de Asha, un giro interesante que le otorga a la película un valor inesperado.
Podríamos decir que es algo así como Los asesinos de la luna pero para niños. Los temas crudos y dramáticos están ahí, al fondo, apenas entrevistos. La tala de árboles como paso previo a la apropiación y exterminio de los indios. Ahí veo su punto más débil porque la directora concluye la película en ese momento: el tío malote, el hermano que se pone de parte del tío, el cierre abrupto con la retirada por el río… Todo eso queda en el aire cuando los temas adultos entran sin remedio en escena. La película termina sin cerrar las tramas abiertas. Vaya papelón que tiene la madre por delante.
Que es lícito, por supuesto. La historia de Jules y Asha es lo que se venía a contar y esa sí queda cerrada.
Me ha gustado porque cumple con su cometido ligero y contemplativo. Los paisajes son bonitos y el ritmo es adecuado a lo que cuenta pero no es fácil de recomendar.

10/3/25

La frontera del Este

-Lo que quiere Rusia es Occidente. Polonia o Ucrania les importa una mierda.
Bielorrusia es un país muy corrupto y muy peligroso. Es como el baboso de la clase que se atreve con todo porque tiene de guardaespaldas al más garrulo: Rusia. En esencia es lo que quiere transmitirnos esta serie polaca. Que Bielorrusia es un polvorín.
El segundo mensaje es que pendemos de un hilo. Los servicios secretos de esos países (incluidos los propios polacos) están compuestos de fundamentalistas sin ninguna moralidad. La idea de que su país es superior a los demás justifica cualquier acto.
Ewa es espía polaca. La envían bajo la tapadera de cónsul a Bielorrusia para que descubra quién es el topo que tienen allí, quién empujó a la anterior cónsul a suicidarse.
Como otras muchas series polacas tiene esa fotografía fría, de azules y grises, que acentúa la distancia y aleja lo emocional. A cambio da paso a un sórdido nivel de realismo, con escenas bastante crudas y explícitas. Está bien rodada y planificada. El punto de apoyo es el drama de esos espías (polacos, rusos, bielorrusos, bálticos…) pero las secuencias de acción, sin ser muy abundantes, están bien rodadas y resultan impactantes. Sólo se me hizo inverosímil lo de Skiner tras la tortura. Excepto eso el guion es muy sólido. Hay que estar atento porque rápidamente introducen a un montón de personajes pero no es liosa.
La película resalta los engaños, la manipulación de la opinión pública y, muy especialmente, lo prescindibles que resultan los propios agentes. Se les exige todo, se les exprime y luego se les desecha. Esa visión cínica vertebra toda la trama. Creo que es muy interesante el enfoque geopolítico que tienen los países fronterizos con Rusia: pánico a un país que sigue siendo una tiranía invasora.
El final cierra correctamente el arco de la historia y deja abierto un hilo para una hipotética segunda temporada. Un final dramático y tan seco y cortante como todo lo demás.

9/3/25

Presence

-Las malas decisiones tienden a durar para siempre.
No veo mucho sentido a la mayoría de las críticas que he leído. Algunas hasta se quejan de que no sea de terror. Ninguna película tiene la obligación de ser de terror. Y ésta desde luego en ningún momento sugiere que vaya a serlo. Otros se quejan de la ejecución. Tampoco lo entiendo mucho. Sí puedo ponerle alguna pega (ahora, enseguida lo hago) pero si hay algo que hace bien Soderbergh es usar la cámara. Otros protestan por el guion y digo lo mismo: pondré alguna pega pero David Koepp suele escribir buenos guiones.
Vamos con la ejecución: me parece muy adecuado, elegante y fluido el uso de la cámara. Como en Flow. No es la cámara en mano que se agita dolorosamente. Son travellings suaves en los que la cámara tiene más presencia que nunca. La cámara es protagonista, la cámara es otro personaje. La vidente retrocede ante la cámara, los personajes la siguen con los ojos e incluso expresa sentimientos. Porque la cámara es el fantasma, es el director, es el espectador. Es alguien. ¿Qué le reprocho? Que por ser un fantasma debería atravesar suelos y paredes y no lo hace ni una sola vez.
El guion de Koepp me parece bien escrito. A veces abrupto, desconcertante, no sabemos de qué hablan porque el fantasma (la cámara) llega in medio res. Pero todo lo que dicen construye la atmósfera y las personalidades. Le reprocho que sea tan liviano y epidérmico.
El final me gusta. A mucha gente no y también lo entiendo. Esos juegos paradójicos siempre dejan espectadores dañados, efectos colaterales indeseados.
Una película muy bien ejecutada (pese a lo que digan) pero que necesitaba algo más de profundidad.

8/3/25

Mickey 17

Prácticamente nadie conocía a
Bong Joon Ho hasta que hizo Parásitos. Yo le seguía desde sus inicios y The Host me ganó para siempre. Pero cuando hace Parásitos esa gente, que no le conocía de nada, empieza a sacar interpretaciones que no estaban ahí, empiezan a inventar cosas en vez de disfrutar del cine.
Y eso, se ve ahora, le echa a perder Bong Joon Ho.
La película del director que menos me ha gustado. Precisamente por eso. Porque se vuelve demasiado autoconsciente, demasiado explícito en su mensaje. Piensa que tiene que darnos “contenido”. Y no hacía ninguna falta. Es tan poco sutil que la voz en off de Patinson nos acompaña en todo momento, explicándonos a los espectadores lo que tenemos que pensar, sentir y opinar. Y ése es un error que el director coreano nunca había cometido y que destroza la película. Esa voz en off es innecesaria.
Mark Ruffalo es también un espanto. Lo es porque Joon Ho tiene en la cabeza a su actor fetiche: Song Kang-ho. Song Kang-ho sintoniza perfectamente con Bong Joon-ho y sabe cómo interpretar a esos personajes tan difíciles, tan extraños. Song Kang-ho los interpreta desde una cómica sobriedad. Es decir, lo contrario del histriónico e inaguantable Mark Ruffalo que, en esta ocasión, no tiene ni idea de qué hacer con su malvado Kenneth Marshall. De hecho pretende hacer una parodia de Trump y lo que sale es un churro ridículo.
Es una historia de gente desechable. Pienso que con actores coreanos, lejos de las expectativas de Hollywood, habría sido mucho mejor película. Porque visualmente, desde luego, conserva esa clase de locuras maravillosas. Esos gusanos con aire de tardígrados son un delirio.
Creo que se habría podido hacer una película sólo con la trama policíaca de los clones psicópatas de Manikova. Quiero decir que a Joon Ho le sobra imaginación, tiene ideas a raudales. Pero el dinero le obliga a hacer cosas que a mí no me convencen. Y claro que es demasiado larga sin llegar a sacarle provecho al planeta helado.
Ojalá vuelva a su cine, al coreano de siempre, quizá con algún actor occidental al estilo de Okja, pero libre de ataduras y moralejas.

7/3/25

Al margen (629)

1. Tráiler de
Andor. Sigo diciendo, contra la mayoría, que no es una serie de Star Wars. De nuevo: todo humanos; ni un alienígena con diálogo. ¿Cómo puede estar engañando a tanta gente?
2. Kathleen Kennedy, satisfecha tras arruinar la saga de Star Wars, anunció su jubilación. Poco después dijo que no se jubilaba, que seguía dando la matraca por los alrededores. Traducción: han intentando largarla pero tiene trapos sucios de todo el mundo y no se apea de la burra.
3. Yo también creo que el teaser de Shrek 5 es horrible. Una estética feísta deplorable. También te digo que de aquí a diciembre de 2026 tienen tiempo de rehacerla entera. Porque tal y como está yo ni me acerco.
4. No sé por qué me alegré de que Coppola se llevara el Razzie a peor director.
5. Lo único que me gustó de los Oscar fue que ganará Flow la mejor película de animación. Lo que menos me gustó fue el Oscar a mejor fotografía para The Brutalist. Ya dije que no me parecía cohesionada. Pero es que es muy superior la de Dune 2 o Nosferatu.
6. Ne Zha 2 superó los 2 mil millones de recaudación. Y hay muchos países en los que no se ha estrenado.
7. Disney Animation deja de producir series y películas para Disney+. 5 años han tardado en ver las debilidades (muy evidentes) de esa plataforma. Ten asesores, directivos y CEO's cobrando millones para esto.

6/3/25

The Prometheus Project (Prometey)

-Dracarys.
1998. Un avión desaparece. 2022. Una mujer recibe una llamada de su padre desaparecido en aquel avión. Anna es una periodista a la que contrata un tipo con dinero e influencia para que investigue el caso. Y otros asuntos colaterales.
En sus mejores momentos me recordó a Fringe. Le vi potencial para ir en esa dirección. Me parece muy buena serie en sus inicios. El guion decae en gran parte en el momento en que aparece la empresa de Altai-Kizhi.
A partir de ahí las decisiones de los personajes dejan de ser coherentes y, sea por la falta de presupuesto o de ideas, la serie se estanca. Unas veces los protagonistas se infiltran con facilidad y otras no; unas veces los quieren matar y otras son indispensables; en ocasiones quieren secuestrarlos, otras los liberan. La situación es idéntica a ojos del espectador pero el capricho (la necesidad de estirar a 8 capítulos) obliga a esas redundancias ilógicas.
Pienso que lo tenían fácil, que pudieron, como en Fringe, crear un nuevo misterio por capítulo. Me resulta raro ese bloqueo creativo.
La fotografía tiene sombras muy oscuras, con contrastes duros. Agradable en la mayoría de sus escenas diurnas porque quita brillo y resalta paisajes y cielo, pero no me convence siempre. La planificación es bastante buena, con recursos interesantes.
La historia de ciencia-ficción me resulta atractiva. Aunque el tema ya ha sido tratado en muchas ocasiones (Fringe, Counterpart…) la perspectiva rusa aporta algo de originalidad. Hasta que se agota demasiado pronto. La mezcla de científicos y chamanes mongoles también me satisfizo.
-Todos viven con una esperanza. Y esa es su principal debilidad.

5/3/25

Matar a un ruiseñor

Novela y película me fascinan. En sí mismas y por lo que las rodea. Única novela que escribió
Harper Lee. Y gana un Pulitzer y se convierte en un clásico instantáneo. La película nadie quería hacerla porque no había acción, romance, un castigo ejemplar para el villano, hablaba de violaciones y de negros. Y la sombra de la novela asustaba. Alan J. Pakula fue el productor que se atrevió con ella.
Aún hay más elementos en el entorno. Como que el niño pedorro que aparece sea el retrato no muy oculto de Truman Capote. Eso y que Harper Lee se llevara el Pulitzer no le sentó nada bien.
Pero todo eso es lo de menos al lado de sendas obras maestras (libro y peli). Recuerda que estamos a comienzos de los 60, que toca temas sobre los que Hollywood solía pasar por alto y la lucha por los derechos civiles de los negros casi acababa de empezar.
Y Harper Lee y Robert Mulligan descubren el modo adecuado de presentar toda esa sordidez: a través de los ojos de una niña que dulcifique y haga amable, en la medida de lo posible, un mundo injusto, racista y miserable.
Scout es una niña un poquito marimacho, tiene un hermano, Jem, son huérfanos de madre y tienen una relación muy peculiar con su padre Atticus. Una criada negra, Calpurnia, viene a ser el referente femenino. Son el islote de bondad. Atticus, abogado, tendrá que defender a un negro acusado de violar a una chica blanca.
Es una película imprescindible. Hay algo de irrepetible en esa historia tan sencilla, tal vez porque suena a verídica, porque no es un cliché. Hay algo mágico en lo que logra transmitir emocionalmente. Hay algo magnético en cómo atrae las miradas sin ser un rodaje llamativo salvo porque Mulligan sabe colocar siempre la cámara en el mejor sitio.
James Stewart no quiso el papel (Atticus era demasiado liberal, según él) y Gregory Peck no dudó ni un segundo. Sabía qué hacer exactamente con el personaje. Tanto que Harper Lee lloró al verle en el rodaje de la primera escena porque le recordó a su padre. Eso prueba lo bien que lo escribió ella y lo bien que lo entendió él.

4/3/25

Cleaner

Lo mejor de la película es la primera escena. La casa caótica, la niña émula de
Spider-man, la foto del frigorífico, las voces ininteligibles… Visual, sin palabras, creando en un par de minutos la personalidad de la protagonista.
A partir de ahí todo está mal.
Película de rascacielos con secuestradores. Pienso que el género se agotó con La jungla de cristal y que las que vinieron después ya eran demasiadas, pero eso no va a impedir que las sigan haciendo.
Joey es la limpiadora exterior de los cristales del rascacielos. En ello anda cuando unos terroristas ecologistas asaltan el edificio. Resulta que Joey también es exsoldado.
Hay una propuesta ecologista facilísima de entender. Y la repiten decenas de veces. Cuando asaltan, cuando toman rehenes, cuando hablan con Joey, cuando hablan con la inspectora, cuando hablan entre ellos, las confesiones que obligan a pronunciar a los rehenes… Una y otra vez la misma conversación acerca del mismo tema. En una película de acción eso es destruir el ritmo por completo. No son comentarios rápidos. Son minutos y minutos de conversaciones que ya entendimos la primera vez.
Lo dije en otra ocasión: Martin Campbell rueda bien las escenas de acción pero no sabe qué hacer con todo lo demás. Pero es que, básicamente, se trata de unas pocas peleas a puñetazos y luego hay que completar hasta los 90 minutos.
Inverosímil, mal montada, con Clive Owen en uno de esos papeles anzuelo de 5 minutos. Daisy Ridley no está bien ni mal. Es un papel mecánico.
No puedo creer que sea tan mala. Tienen La jungla de cristal para ver cómo se deben hacer estas cosas y ni la han mirado.

3/3/25

Los indeseados

-Ahora estás en un mundo mejor.
Si nos atenemos a su composición podemos decir que tiene momentos tramposos y manipuladores. Si nos fijamos en lo emocional es una película opresiva, desoladora, con una puesta en escena angustiosa a la vez que fría.
Odinn es poli. Viudo tras el suicidio de su esposa. Ahora está con su hija a la que realmente no conoce bien. Al mismo tiempo reabre un caso de hace 40 años acerca de unos jóvenes que murieron en un reformatorio.
No está mal pero no es nada original. Me sorprende que haya llegado a los cines. Es claramente una película de plataforma.
Su atmósfera, a medida que avanza el relato, se vuelve cada vez más enrarecida, personajes con traumas enormes, psicologías desquiciadas, reacciones extremas hasta llegar a lo terrorífico (algunas veces justificadamente, otras no). Alternamos lo que sucedió hace 40 años, siguiendo a una chica llamada Aldis, con la investigación del poli mientras lidia con su nueva situación familiar.
Sí: ambas cosas se darán la mano de forma devastadora.
Tiene una secuencia muy lograda: el almacén con la grabación, en la que entrelazan con habilidad pasado y presente.
Película islandesa. Creo que si tomaran un poco más de sol esta clase de historias perturbadoras no se les ocurrirían. Pero es lo que hay.

2/3/25

Su Majestad. Temporada 1

-¿Cómo va a haber jueces progresistas?
-A ver… Son progresistas para ser jueces.
Yo me he reído a carcajadas con muchas películas, cortos, videos y gags de Borja Cobeaga y Diego San José. Pero con esta serie no. Les pasa como al humorista Cañete: no tiene gracia. Por una razón muy sencilla: quieren adoctrinarnos sobre algo. No sé sobre qué. Pero querer, quieren. Un poco como Los Javis. Y eso no está bien.
Y no lo entiendo. Si hay un tema sencillo con el que se puede hacer humor es la política. Da igual que sea la monarquía, el gobierno, un alcalde, un candidato… Es fácil desarrollar situaciones divertidas, repartir ironías a un lado y a otro… Hicieron Vamos Juan, ¿se les ha olvidado?
Pues no hay nada de eso. Había más humor en El ala oeste de la Casa Blanca. Y, desde luego, era mucho más inteligente.
¿Por qué hay tantos diálogos -y tan largos- serios, graves, didácticos entre Su Alteza y su secretario?
Su Alteza es irritante, borde, despótica, se aprovecha de su posición… Pero es que tiene razón. Digo: lo de la beca, por ejemplo. Si no le gustan los privilegios que se pague sus estudios. Su Alteza es cortante y directa pero a mí me cae bien aunque podría tener mejores modales. Es la única descaradamente sincera. Es que le gusta la juerga. Pues a mí también. Es que no aguanta a los imbéciles. Pues ya somos dos. No es diplomática. Pues adelante. Estoy a favor de su abrumadora franqueza. No esconde nada. Quedan tan mal todas las instituciones (políticos, jueces, universidades) que al final la princesa es la mejor.
Y no tengo claro que esto fuera lo que los creadores pretendían. Lo de jugar la carta del aborto desde el punto de vista del guion sí que es tosco.
Anna Castillo está espléndida. Cuando tengas un producto mediocre (Su Majestad, Escape) ficha a Anna Castillo para que deje al menos un buen recuerdo. Me ha sorprendido Ernesto Alterio. Muy fuera de sus roles habituales y muy solvente. Bien el momento croquetas pero como muchas otras cosas de la serie me parece que no saben a qué genero están jugando. Tocar todos los palos no es bueno.
Resumen: no funciona como comedia y como drama no me lo creo. Regular.
7 capítulos de media hora.

1/3/25

Amenaza en el aire

Cuando el fugitivo Winston (
Topher Grace) es detenido por la marshal Madolyn (Michelle Dockery) decide cantar todo lo que sabe a cambio de inmunidad y protección. El vuelo desde Alaska será problemático porque el piloto, Daryl (Mark Wahlberg), tal vez no es quien dice ser.
Muy flojita.
El guion no es nada del otro mundo pero además el presupuesto es tan ínfimo que le han recortado imagen. Me explico: hay muchas cosas que suceden fuera del avión, cosas que el guionista “pensaba” que estarían contadas visualmente, pero como no hay dinero se limitan a contarlas verbalmente. Y queda fatal, la verdad.
En el ámbito de la acción también es bastante pobre. Salvo ese aterrizaje forzoso, al final, no hay mucho a lo que agarrarse. Y tampoco es que sea algo brillante.
Es difícil de creer que esto lo dirija Mel Gibson. Está en el polo opuesto de sus escenas de masas, de su épica, de la recreación histórica. Supongo que andaba necesitado de dinerillo y ha aceptado poner aquí su nombre.
Lo más gracioso es ver a Mark Wahlberg calvo. Sin razón.