31/3/25

Ley y desorden. Temporada 1

El Olimpique de Marsella ha fichado a un jugador brasileño. Acaba de aterrizar en París cuando un hombre lo toma como rehén. Thomas, un policía, interviene y, desafortunadamente, hiere al jugador, no al secuestrador. Thomas es transferido a Marsella.
Me ha sorprendido lo buena que es en su contraste entre drama y comedia. Salta de de un género a otro con facilidad y ambos funcionan bien.
Es otra de esas series francesas que juega al choque cultural entre regiones. Eso que inauguró tan exitosamente Bienvenidos al norte, ahora lo presenciamos con el parisino que aterriza en Marsella.
La parte dramática es realista en el caso pero no en la atmósfera. Me explico: Marsella es mucho más violenta, con más delincuencia y más narcotráfico del que nos muestran. Islamistas y drogas han convertido la ciudad en un polvorín. La serie no ha querido dar esa imagen general. Pero sí se intuye algo en los casos particulares que trata de modo procedimental, bastante realistas.
La parte de comedia. La teniente Nora Kader es buen personaje. Está acostumbrada a moverse en los bajos fondos y hace las cosas a su modo marrullero. Tiene problemas con sus jefes y, desde luego, choca con el estirado Thomas Chevalier (bien escogido el apellido). Los otros dos polis de apoyo juegan bien sus bazas: el bruto con corazón y el aparentemente despistado con sus momentos brillantes.
Es algo así como los chicos de The Shield, pero honrados y suavizados, trabajando con Will Trent. Tratan de mantener al jefe al margen pero se verán obligados a cooperar.
Como cualquier procedimental policíaco es genérica pero tiene cosas buenas que se salen de lo habitual.

30/3/25

Por todo lo alto

Es una de esas películas que trata de convencerte de que la vida, aunque sea una mierda, merece la pena ser vivida porque cada día tiene algo bueno.
Hay muchos clichés. Muchos clichés franceses. Hay carretadas de películas franchutes similares.
Dejando al margen su estructura tópica hay elementos interesantes. En primer lugar lo rápidamente que pasa sobre lo que podría parecer esencial, el drama inicial, el conocimiento de los hermanos. Prefiere centrarse en el “algún tiempo después”, los interrogantes de qué habría pasado si…
Ahí no busca ni lo llamativo ni la comedia forzada. El relato se fundamenta en una cotidianeidad que me sorprendió. No busca la carcajada. La relación y conflictos entre los hermanos son bastante naturales, fluidos, lógicos. El drama no es histriónico y la comedia está hecha de detalles humanos corrientes.
Una de las pocas ocasiones en que la cámara en mano funciona de modo infalible es ese momento en que los personajes han alcanzado el puntín (o la borrachera) y comienzan a moverse. Aquí lo hacen y no falla.
El final, ese Bolero de Ravel para orquesta y coro, es precioso. Hacen bien en el corte rápido y evitar ponerse sentimentales.

29/3/25

A Working Man

Jason Statham
es capataz de la construcción. Demuestra una devoción furibunda a su patrón porque le dio trabajo. Así que, cuando secuestran a la hija de la familia, el pasado militar de Statham se hará presente.
Sigo sorprendido por la cantidad de trabajos que le ofrecen a David Ayer. Pienso, sinceramente, que dirige muy mal. Pongamos como ejemplo esa secuencia en el antro discotequero a lo Juego de Tronos motorizado. No sólo es que el escenario sea estúpido, no es sólo que la pelea no tenga sentido, es que está mal iluminada, mal montada, mal planificada. La pelea se ve mal porque el director no tiene ningún interés en coreografiarla.
Guion. Pues dicen que han intervenido en su escritura el propio director y el mismísimo Sylvester Stallone (recordemos que ganó el Oscar al guion por Rocky). Pero aquí escritura, lo que se dice escritura, no existe. Es el guion de otra película. No hubo interés en escribir un guion.
Los malos visten como payasos. Así que parecen ridículos y, por tanto, no te tomas las tortas en serio.
Deja claro, para los despistados, que los rusos siguen siendo los malos.
Muy mala.

28/3/25

Al margen (632)

1. Hoy se estrena en cines
Ghostlight. Si estás buscando un buen drama te la recomiendo. Y es lo mejor de esta semana aunque probablemente pasará desapercibida y no se estrene en muchos lugares.
2. Watson es otro de esos productos infames que se apropia de un nombre conocido para hacer lo que le da la gana, sin nada que ver con el original. He visto un capítulo y estoy horrorizado. Tan ruin como Los anillos de Poder.
3. Millie Bobby Brown, Eleven u Once ya tiene 21 años. Obviamente ha cambiado su fisonomía y su look y mucha gente va llorando por las plazas porque la niña ya no lo es. Yo no voy a entrar al tema. No comento nada. Pero qué mal ha envejecido, ¿no?
4. Jessica Chastain y Adam Driver coprotagonizan la serie The Dealer ambientada en el mundo del arte. Digo yo que habrá que verla.

27/3/25

Agárrame esos fantasmas

Bannister tiene un negocio con tres socios fantasmas. Los socios asustan a la gente y Bannister limpia la casa de fantasmas. Garantía de 6 meses. Pero un fantasma asesino ha llegado a la ciudad y ya ha matado a 36 personas cuando empieza la película.
1996. Digo la fecha porque faltaba sólo un lustro para que Peter Jackson hiciera El señor de los anillos. 5 años de diferencia nada más. Y parece que hubiera todo un universo cinematográfico de por medio. Técnico y conceptual.
La película tiene más de Bitelchús que de Cazafantasmas. Peter Jackson y Fran Walsh buscaron a Danny Elfman para componer la banda sonora porque querían crear una atmósfera similar, entre lo terrorífico y la comedia. Pero Agárrame esos fantasmas tiene una personalidad propia muy marcada.
Hay algo con lo me cuesta bastante tragar en la película y si no existiese saldría ganando: el agente del FBI. Un tipo muy cansino. Un pesado de tomo y lomo. Uno se plantea que, si está ahí, es porque en vida o tras la muerte tendría algún papel relevante en la resolución de los hechos. Pero no es así. Tras dar la tabarra e irse al más allá no volvemos a saber de él.
El resto de la película me parece bastante solvente Es entretenida, juguetona, manejando razonablemente el batido de géneros: terror, comedia, romance, policíaca.
Michael J. Fox se movía como pez en el agua con el personaje de Bannister, un investigador psíquico, desgarbado, traumatizado y timador.

26/3/25

La batalla de los mundos

5 relatos de ciencia-ficción, de bajo presupuesto pero decentes en su ejecución, sin pretender ir más allá de lo que son, apostando por la idea más que por el espectáculo. Como siempre en estos casos los hay mejores y peores.
El título original es Tales Beyond the Galaxy. El título castellano es una memez.
Hiperlumínico. Resalto dos cosas. La primera es que en el espacio no hay arriba y abajo, pero el primer plano es una mujer cabeza abajo. Y eso basta para mostrar que las cosas no van bien. La segunda: es una variante interesante a las paradojas temporales, a eso de que no puede haber dos yo (o dos tú) al mismo tiempo en el mismo lugar. Normalmente todas las pelis evitan eso. Aquí lo afrontan y plantean un dilema ético.
Recursión. Una nave se acerca al deshabitado planeta TL 14 para buscar recursos. El problema es que hay una tormenta que lleva allí unos 2000 años. Otro problema es que alguien emite una señal electrónica desde hace 52 años. Otro pequeño juguete temporal bastante más flojito que el anterior. Su corte abrupto no aclara nada y deja toda una tripulación sin explicarnos qué pinta ahí.
Ricitos de oro. Gliese 773C. Diversas expediciones buscan un planeta habitable. Ash acaba de descubrir que lleva 8 meses desactualizado de los demás. Mezcla bien la trama de ciencia-ficción y el drama emocional. Final demasiado sencillo pero tal vez al cine actual le faltan finales así. No son necesarios 20 minutos para concluir.
La guerra de Zilly. Me gusta que la nave sea sencilla, funcional y un velero solar. Me gusta que la prota, por lógica, sea insociable y prefiera estudiar una planta de un planeta lejano antes que vivir con humanos. Me gusta que tienda a lo contemplativo. Está bien dirigido. Es sugerente. El final abierto a quizá demasiadas interpretaciones.
El lado oscuro. A Sam Bowman lo envían para rescatar a la tripulación de una nave. Pero no sólo no lo logra sino que ahora él mismo corre peligro de no poder volver a casa. Ay. Eso de que el amor todo lo puede…

25/3/25

Rompehielos. Temporada 1

-El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno devolvieron los suyos y todos fueron juzgados según sus obras.
Apocalipsis 20, 13-14.
Sanna y Joonas son guardacostas árticos. Se dirigen en aerodeslizador hacia el rompehielos Aura que parece varado.
Evidentemente me recordó a la primera temporada de The Terror. Es inevitable hacer paralelismos entre ambas obras. Un barco, el mar helado, el frío, la soledad, el miedo. The Terror es superior porque alcanza con facilidad esa zona esencial en la que los miedos remiten a nuestra interioridad.
Sin embargo Rompehielos (Icebreaker) también tiene muchas cosas buenas. Desde luego lo mejor es la creación de esa atmósfera terrorífica en el barco varado. Me parece muy buena idea que partan, sobre los hielos, hasta ese islote, porque dejan muy claro que llevan consigo los temores: no es el lugar, son las personas.
Allí es cuando se manifiesta con claridad la leyenda ancestral de La Nocturna y la verdadera causa de que hayan coincidido ese grupo de personas: la culpa.
Hay recursos un poco flojitos y un cierto afán en tratar de explicar demasiado los orígenes sobrenaturales. Ahí ganaba la serie de The Terror, porque sabía que ésa es la naturaleza de lo inexplicable: no necesita ser explicado.
Aquí, claro, hay una trama de investigación detrás y la guardacostas necesita cerrarlo de modo policíaco. Ya hemos visto otras veces lo difícil que resulta aunar lo policial y lo sobrenatural.
En cualquier caso me parece buena serie. Prefiero con mucho este terror atmosférico que los slasher y lo sangriento. Que también tiene su dosis, claro.
Serie finlandesa de 6 episodios.

24/3/25

The Alto Knights

En primer lugar: mi enhorabuena al director de fotografía por su labor. Realmente espectacular.
El resto de las decisiones me parecen bastante cuestionables. Robert De Niro ha encarnado demasiadas veces a mafiosos. Aquí hace el papel de dos. Y, en fin, yo creo que se repite un poco, ¿no? ¿Cuántas veces puede hacer un actor un mismo papel con variantes? No digo que actúe mal. No lo hace. Pero cansa un poco. Y hay más gente en el universo que, tal vez, digo yo, podían encarnar a Frank Costello y Vito Genovese. O al menos a uno.
Tampoco me gusta ese carácter tan discursivo, tan hablado. Entiendo que Levinson trata de ofrecer un aire documental, mezclando textura de la fotografía, imágenes de archivo… Pero es que por otra parte es evidente que no es un documental. Particularmente horrible me parece el uso del zoom en algunos momentos.
Secuencias de acción. Como quiere ese aire documental no abundan mucho y, cuando las hay, no convencen. El tiroteo en la barbería. Creo que se lo pudieron ahorrar. La película no iba por ahí y tampoco es nada espectacular.
Sospecho que Levinson trata de hacer lo que Scorsese en El irlandés: despojar de glamur, de leyenda, de mitología al mundo de los gánsteres. Pero pasa eso: ya lo hizo Scorsese y mucho mejor.
Se deja ver, no digo que no. No aburre, no es mala. Pero es muy del montón y se antoja bastante innecesaria.

23/3/25

Novocaine

Nate es inmune al dolor físico. Durante el atraco a un banco los ladrones secuestran a su novia, llevándosela como rehén. Nate va a utilizar su enfermedad como herramienta.
La primera media hora pudo abreviarse. La relación chico-chica, el drama personal de los dos no necesitaba tanto desarrollo. Entiendo que lo hacen por el punto de giro que vendrá luego, pero pienso que pudo llegarse antes al meollo del asunto sin perder en intensidad.
Otra pega que le pongo es su concepto. Creo que tratan de reflejar que un tipo que no siente nada físicamente puede sentir mucho emocionalmente. Ahí sí creo que debieron encontrar un momento catárquico.
Pero no hay que tenérselo mucho en cuenta. La película es una macarrada sangrienta y divertida, una pugna para ver cuál de las dos cosas gana: las barbaridades que sufre el protagonista o los chistes a costa de ello. Los modos de curarse también pueden alterar a espectadores sensibles.
Recuerda a Crank, a Hardcore Henry, a Shoot’Em Up, a gente que debería estar muerta en el minuto 5 pero que el guion necesita que siga en pie hasta el final. Y más allá.
La interpretación de Jack Quaid me ha gustado más que en La acompañante. Un entretenimiento bestia bien llevado.

22/3/25

Separación. Temporada 2

-A la mierda Lumon.
Vaya secuencia de apertura. Qué plató más chulo deben tener en Severance para rodar eso. Qué difícil mantener la apuesta alta sobre la temporada 1.
El 2x04 es el que más resonancias bíblicas tiene. Irving (Turturro) es algo así como un personaje desterrado del Edén, Adán perdiendo la inocencia, Caín tras matar a su hermano.
El 2x08 fue sorprendente por muchos motivos. Aunque no hubiera tenido ese final me habría gustado igualmente. Porque salimos de Lumon, oxigenamos la historia, ampliamos el escenario. Pero además está ese final, con Harmony Cobel cabreada. Patricia Arquette me sigue pareciendo inmensa. No quiero desmerecer otras actuaciones porque me parece un reparto impresionante y pletórico. Incluso secundarios como Merritt Weaver sólo necesitan unos minutos en pantalla para magnetizarte. Pero Patricia Arquette tiene que expresar tantas cosas, tanta dualidad, tanta complejidad, tanta… esquizofrenia y desde una contención tan controlada que me resulta fascinante.
Y llega el 2x09. El cuestionamiento de Lumon por parte de muchos empleados, dentris o fueris, por motivos diferentes. La doble vida insoportable, la separación sometida a escrutinio, la búsqueda de una nueva unión entre lo familiar y lo laboral, lo emocional y lo racional, la vida completa, unitaria. Me encantó lo de Milchick. El tipo leal hasta lo demencial y lo poco que necesita para explotar, para resquebrajar su mezquina sumisión.
Veamos. He leído cosas acerca de que es una crítica a la Cienciología o al modelo de empresa japonesa. No sé. Tal vez haya conexiones, inspiración. Pero constreñir la serie a esa interpretación la hace desmerecer. Me parece más interesante contemplarla en un nivel simbólico superior. Puede ser una crítica tanto al capitalismo como al comunismo, una reflexión sobre la alienación laboral o sobre lo constructivo del trabajo, sobre la verdadera dimensión de la conciliación laboral y familiar… Es una serie muy rica, con muchas ideas para debatir; circunscribirla a una única interpretación la hace parecer pobre.
En su sentido más hondo creo que trata sobre cómo intentamos librarnos del dolor y, en cierto punto, debemos descubrir que el sufrimiento es necesario.
Décimo capítulo. Indescriptible. Una mezcolanza de cosas que no debería funcionar. Pero funciona. Desde un espectáculos musical a una violencia extrema en ese entorno de asepsia.
No me extiendo más. Tal vez en la temporada 3 me explaye más con los aspectos técnicos. Que ahí también es una joyita.

21/3/25

Al margen (631)

1. ¿Qué pasará con
Blancanieves? ¿Arruinará a Disney? ¿Salvará los muebles? ¿Se convertirá en un exitazo? Llega a los cines un despropósito monumental y hay que apostar.
2. Creo que hay demasiado flipe con esa cámara que vuela en el segundo capítulo de Adolescencia. No es nada que no hiciera antes Romain Gavras en Atenea. Sin despeinarse.
3. No sabíamos nada de J.J. Abrams desde 2019. Su próxima serie, Duster, parece un poco sosa. Primera agente negra del FBI que contrata a un conductor especializado en fugas. Rachel Hilson y Josh Holloway. Veremos si hay detrás algo de la magia de Abrams.
4. Ya está renovada para una segunda temporada la serie La casa de David. ¿Será la Biblia el nuevo género que sustituirá a la fantasía? Cada plataforma con un libro de la Biblia. A ver quién se atreve con el Levítico.
5. Dicen los Russo que terminan haciéndose muy amigos de todos los actores que trabajan con ellos. Claro. Es lo que más nos importó a quienes padecimos Estado eléctrico.

20/3/25

County Line

Este es el título de una película que dio inicio a una inesperada trilogía (de momento). Era una historia de serie B rodada en 2017. Luego resultó que la gente la veía y la puntuaban como algo decente. Así que, un lustro después, decidieron rodar dos películas más para profundizar en el personaje de Alden Rockwell.
Dos condados vecinos, dos sheriffs que se llevan bien. Pero Alden ya está mayor y no sale reelegido. Ese mismo día murió su esposa.
Lo peor: malísimas escenas de acción. En realidad son malas porque están muy mal montadas. Normal cuando tienes poco dinero, por eso no deberían rodarse del modo que se ruedan.
Lo mejor: los personajes, el drama que construyen. Podrían quedarse fácilmente en estereotipos: hombres y mujeres rudos, moralmente sólidos, gente que hace lo que tiene que hacer. Pero los guionistas encuentran para ellos buenos traumas, conflictos y heridas que deja la vida. Los hacen evolucionar bien y aunque la investigación sea un tanto previsible el ritmo es bueno y se ve con facilidad.
Para esos espectadores que ven exclusivamente películas de John Wayne y Clint Eastwood. Que los hay. Conozco a alguno.
Ya iré comentando las otras dos cuando encuentre ocasión. Es decir: cuando necesite oxigenar con algo sencillo sin complicarme la vida.

19/3/25

Anatomía de un asesinato

-Suave, sencilla, de las que intentan aprovecharse de los hombres. Y lo hacen.
Pongo fin a mi trilogía de juicios tras Matar a un ruiseñor y Doce hombres sin piedad. Tres piezas maestras de las que beben cualquier otra película del género.
Salvo el primer plano de la película (una cámara inestable) todo lo demás son aciertos. Que la víctima de violación, Lee Remick, no sea una ingenua sino una tipa con una pulsión obsesiva en seducir hombres, es el principal de ellos.
Es muy interesante que haya tantas tramas atractivas sin relación con el juicio. La adicción a la bebida de Parnell, la escasez de dinero de Paul y su afición a la pesca, la secretaria que tiene control de cualquier situación… Cada una de esas cosas la ves como si fuese la trama principal y podría salir una película con cada una de ellas. Parnell, por ejemplo, tiene un accidente, es irrelevante para el juicio, pero humaniza al personaje y no parece superfluo sino que crea contexto.
Los guionistas actuales deberían ver esta película: es de una lógica implacable. Lógica en las reacciones, en la secuencia temporal, en la réplica de los diálogos, en el carácter de los personajes. Todo fluye y encaja con naturalidad. ¡Ese distanciamiento entre marido y mujer, esas miradas en el juicio!
En 1959 era infrecuente que en el cine se hablara de bragas, esperma, que se usara la palabra puta o anticonceptivo, que hubiera un bar en el que se mezclan negros y blancos y en el que estaba Duke Ellington… Pero Otto Preminger era muy de meterse en charcos. No era la primera vez que se adelantaba a su época y no sería la última. Se adentraba en temas escabrosos y lo hacía con mucha inteligencia.
Aquí utiliza con frecuencia un recurso: pasar de un plano general a un primer plano en un rápido travelling. Esa técnica ayuda mucho a que parezca que todo lo que dice alguien, incluso un secundario, parezca importante.
Otra cosa que me gusta mucho es que su único mensaje moralizante es que no hay que fiarse de los que beben ginebra.
-¡Ay! Maravillosas dos palabras: “sin embargo”.

18/3/25

Will Trent. Temporada 3

Un rastreo por el blog confirma que no hice comentario sobre la temporada 2 de esta serie. Así que sospecho que no la vi. Sí. He sido desordenado con Will Trent. Me gusta, me caen bien sus personajes pero fácilmente habrá algo que me interese más.
Y es que no es realmente necesario comentar gran cosa sobre una serie procedimental cuyo objetivo es mantenerse lo más fiel posible a sus personajes y estructura.
Sin embargo existen algunos detalles que quiero mencionar y  están el capítulo 3x04.
En primer lugar el asunto Angie Polaski. Por lo visto, en la temporada 2, la agente quedaba arrestada, investigada, desacreditada. Y nada menos que por el amorcito de su vida y quien da nombre a la serie: Will Trent. El palurdo cree que la ley lo es todo. La aplica con rigor extremo sin cuestionarse si está bien o mal. Muy kantiano el chaval. En este capítulo tenían la conversación insoslayable.
Segundo asunto. Disfruté mucho el episodio porque la trama gira alrededor de presupuestos de Alias, aquella maravillosa serie en la que J.J. Abrams empezaba a romper moldes con Jennifer Garner pisando fuerte en los tacones de Sidney Bristow. La estratagema del malote de este capítulo iba por ahí. Muy interesante.
Y el capítulo acaba con un torneo de ajedrez, una reflexión sobre la epidemia de la soledad y una camisa colgada tras la puerta. Eso es saber sugerir un romance futuro. Ese instante me pareció brillante. Un capítulo casi perfecto. Sólo faltaron dinosaurios.
En capítulos posteriores, para quien esté interesado en estas cosas, Gina Rodriguez se abría paso.

17/3/25

The Vourdalak

Siglo XVIII. El marqués Jacques Antoine Saturnin d’Urfé, enviado diplomático del rey de Francia a un país de la Europa del Este, anda perdido por los bosques. Una familia le da cobijo.
En la mitología eslava un vourdalak es un vampiro que vampiriza al resto de la familia.
Es una película muy extraña, con indudables aspiraciones artísticas, con riesgos y momentos sugerentes.
En muchos momentos es deliberadamente teatral: atmósfera retro, casi como de cine mudo, muchos encuadres fijos, actuaciones intencionadamente exageradas, histriónicas. Pero al mismo tiempo tiene cosas muy modernas y un sentido cinematográfico marcado: uso de la luz y sombras, secuencias irreales sólo posibles por el montaje, juegos visuales… Es una mezcla peculiar de antigüedad y modernidad, de aire retro y vanguardista.
Tiene mucho de farsa: su tono de comedia, ese monstruo “marioneta”, su sentido satírico… Pero al mismo tiempo cumple con su función de relato de terror, con toques grotescos y perturbadores.
Son muy pocos personajes, suficientemente desarrollados en su psicología y está claro que el presupuesto estaba ajustado. Pero su fotografía, vestuario y música están muy pensados para lograr el efecto que se busca.
Más arriesgada que Nosferatu (2024) y ahora hasta pienso que Eggers le ha plagiado una escena a Adrien Beau en forma y fondo. Pero seguro que sólo es una casualidad.
Sólo para cinéfilos que busquen alternativas al cine de terror.

16/3/25

Secretos de un crimen (Santosh)

-
Hay dos tipos de intocables en este país. Los que nadie quiere tocar y los que nadie puede tocar.
Esta es la otra cara de Bollywood, es la India pobre y sucia, la India de las castas miserable, la India corrupta, caótica y desesperada.
Santosh es una viuda joven. Parece que los planes de pensiones de la India no están muy desarrollados y para que las viudas tengan un medio de vida existe la posibilidad de heredar el trabajo del marido. Es así como Santosh se convierte en policía.
Como en otras ocasiones, el género policíaco no es más que una excusa para sumergimos en el lado oscuro de la sociedad, el costumbrismo documental, el clasismo devastador que padece la sociedad india. Santosh intenta hacer bien su trabajo pero la actitud de sus compañeros le repugna sin que sepa cómo hacerles frente.
Es todo bastante deprimente y la directora (Sandhya Suri) busca en ocasiones ser caprichosamente desagradable como en esa regugitación de la comida. Lo de las torturas policiales alcanza un nivel de regodeo muy bestia.
El caso principal es el cadáver de una adolescente, violada y asesinada, encontrada en un pozo. Pertenece a las castas inferiores y nadie se esfuerza mucho en averiguar la verdad. Muchos ni siquiera quieren tocar el cadáver. Santosh tiene una jefa encallecida y ruda.
Es exigente con el espectador por su aspereza, por el ritmo pausado y descriptivo, por las elipsis que dejan abiertas interpretaciones.
Una historia bien rodada, desoladora, feroz en su crítica, sin esperanza de cambio, con un plano final hacia la oscuridad.

15/3/25

Estado eléctrico

Los hermanos
Russo son expertos en desperdiciar millones que no se ven traducidos en pantalla. Con Vengadores la cosa les salió bien porque pillaron a Marvel en la cima. Las pelis eran malas pero el público aún iba por inercia.
320 millones (más publicidad) ha costado esta película. Y no se ve el dinero por parte alguna. Bueno, sí: en los bolsillos de los Russo, Chris Pratt y Millie Bobby Brown. Que me parece bien que les paguen un pastón. Pero la peli es, básicamente, un par de actores en una chatarrería.
También creo que, con Estado eléctrico, todo el mundo se dará cuenta de lo infantiloides que son los Russo. No infantiles. Infantiloides. Porque es lícito hacer una peli infantil. Estado eléctrico no es para niños pero es de lo más ñoño que te puedes echar a la cara. Infinity War y Endgame ya lo eran mucho pero la gente estaba hipnotizada. Los Russo estaban viviendo de las rentas que dejó Joss Whedon.
El argumento no tiene ningún sentido. Me pasé la película entera tratando de averiguar porque es necesario… su punto esencial. Y es que es un capricho. No tiene sentido. Igual que lo colateral a ese hecho: robots, realidad virtual, drones… cambios en la trama según convenga. Un guion absurdo que no se preocupa jamás en explicarse.
Creo que es criticable cada apartado, desde lo cinematográfico a la financiación, postproducción, voces de actores que no vemos, fotografía, giros de guion (¡lo del malo es malísimo, de lo peor que he visto en pantalla alguna vez!).
Es lo que pasa con las pelis malas. Puedes cebarte a hacer chistes o retirarte porque hasta te cansa hablar de ello. Normalmente me pasa lo segundo.
Aquí lo dejo.
Una apabullante decepción.

14/3/25

Al margen (630)

1
. Mickey 17 costó unos 120 millones. Más otro tanto, tal vez, en publicidad. Los 54 millones recaudados a nivel mundial saben a muy poco. Veremos qué sucede esta semana.
2. Disney lo mira por el lado bueno: Daredevil fue el mejor estreno de la plataforma en este año con 7,5 millones de espectadores a nivel mundial. Pero es que 7,5 millones es el peor estreno de Marvel de todos los tiempos. Peor que Agatha, ¿quién si no? También peor que The Acolyte.
3. Leo titulares que dicen que Santiago Segura es criticado por comparar el LGTBIQ+ con los frikis de la Comic-Con. No sé quién le critica. ¿Los LGTBIQ+? ¿Los de la Comic-Con? ¿Los dos? ¿Quién considera que friki es peyorativo? ¿Acaso no hay términos de comparación razonables además de diferencias? ¿Por qué la gente se pone tan tensa por chorradas? ¿No saben que Segura siempre está de coña?
4. La rueda del tiempo. Una temporada cada dos años. 2021, 2023, 2025. ¿Hay alguien capaz de seguir esto? Ánimo: sólo faltan 11 libros por adaptar. Para 2047 con un poco de suerte…

13/3/25

Doce hombres sin piedad

Mis reticencias hacia el cine de juicios se deben a un hecho sencillo: pienso que hay tres películas “fundacionales”, por así decir, y las demás son variaciones no lo suficientemente interesantes. Quizá hay una cuarta.
Hablé de una la semana pasada: Matar a un ruiseñor. Hablaré de la tercera la semana que viene (si la encuentro y logro verla de nuevo): Anatomía de un asesinato. Y está la segunda, la de hoy.
El planteamiento: un chico acusado de asesinato.
La trama. 12 hombres del jurado con un veredicto de culpabilidad fácil. Hasta que el que el jurado nº 8 decide complicar las cosas. Henry Fonda le busca las vueltas al asunto y plantea la duda razonable. Para mí no se trata tanto de un juicio como de desnudar nuestros prejuicios, nuestras generalizaciones, lo que nos influye el ambiente y creencias, eventos que nos han manipulado en nuestra biografía, nuestros agobios del hoy, el dejarnos arrastrar por lo que dirán otros, la desgana para pensar por nosotros mismos y, en definitiva, lo complicadísimo que es utilizar eso que parece fácil: la razón. ¿Para qué voy a pensar si los periódicos ya me lo resumen en un cliché? Cualquier ideología reduccionista (woke, comunismo, nazismo, capitalismo, nacionalismo) debe ser analizada, criticada. Debe pasar por el tamiz de la razón para ser desmontada. Porque la respuesta universal a los problemas no existe. El mundo y las personas son complejos.
Pero luego está algo para mí aún más importante: el modo de rodarlo. Una habitación y una genialidad: que haga calor, que no funcione el ventilador, que la humedad se incremente. Claustrofobia, sudor, incomodidad. Esa decisión de Sidney Lumet me parece lo mejor de toda la película: la atmósfera pegajosa, viscosa, asfixiante.
Era algo que no hacía ninguna falta al argumento. Y entonces no habría sido una obra maestra. Era algo anecdótico y es lo que hace que sea brillante.
Y lo que tiene narices es que fue la opera prima del director.
La cuarta película de juicios que podría tener un pase sería Testigo de cargo. Ya repite algunos clichés pero también ofrece numerosos elementos originales. El remake ruso, 12, no estuvo mal.

11/3/25

Las aventuras de Jules y Asha

1940, Quebec. Una viuda se traslada con sus 4 hijos a la casa de su hermano. Jules, uno de los chicos, tiene una rara enfermedad cutánea que le dificulta el contacto social. Un día conoce a una niña india que comienza a mostrarle algunos secretos del bosque.
Es una historia bonita con bastantes cosas positivas y algunos errores. Se nota mucho que Sophie Farkas Bolla (su primer largo) ha sido, sobre todo, montadora de documentales. Le interesa mucho la naturaleza, la relación de los adultos y los niños con ella. Más aún que las historias personales. No construye muchas anécdotas y acontecimientos en las aventuras de Jules y Asha, simplemente les deja interactuar con el entorno.
Me gustan sus pequeños toques mágicos y, desde luego, el misterio de Asha, un giro interesante que le otorga a la película un valor inesperado.
Podríamos decir que es algo así como Los asesinos de la luna pero para niños. Los temas crudos y dramáticos están ahí, al fondo, apenas entrevistos. La tala de árboles como paso previo a la apropiación y exterminio de los indios. Ahí veo su punto más débil porque la directora concluye la película en ese momento: el tío malote, el hermano que se pone de parte del tío, el cierre abrupto con la retirada por el río… Todo eso queda en el aire cuando los temas adultos entran sin remedio en escena. La película termina sin cerrar las tramas abiertas. Vaya papelón que tiene la madre por delante.
Que es lícito, por supuesto. La historia de Jules y Asha es lo que se venía a contar y esa sí queda cerrada.
Me ha gustado porque cumple con su cometido ligero y contemplativo. Los paisajes son bonitos y el ritmo es adecuado a lo que cuenta pero no es fácil de recomendar.

10/3/25

La frontera del Este

-Lo que quiere Rusia es Occidente. Polonia o Ucrania les importa una mierda.
Bielorrusia es un país muy corrupto y muy peligroso. Es como el baboso de la clase que se atreve con todo porque tiene de guardaespaldas al más garrulo: Rusia. En esencia es lo que quiere transmitirnos esta serie polaca. Que Bielorrusia es un polvorín.
El segundo mensaje es que pendemos de un hilo. Los servicios secretos de esos países (incluidos los propios polacos) están compuestos de fundamentalistas sin ninguna moralidad. La idea de que su país es superior a los demás justifica cualquier acto.
Ewa es espía polaca. La envían bajo la tapadera de cónsul a Bielorrusia para que descubra quién es el topo que tienen allí, quién empujó a la anterior cónsul a suicidarse.
Como otras muchas series polacas tiene esa fotografía fría, de azules y grises, que acentúa la distancia y aleja lo emocional. A cambio da paso a un sórdido nivel de realismo, con escenas bastante crudas y explícitas. Está bien rodada y planificada. El punto de apoyo es el drama de esos espías (polacos, rusos, bielorrusos, bálticos…) pero las secuencias de acción, sin ser muy abundantes, están bien rodadas y resultan impactantes. Sólo se me hizo inverosímil lo de Skiner tras la tortura. Excepto eso el guion es muy sólido. Hay que estar atento porque rápidamente introducen a un montón de personajes pero no es liosa.
La película resalta los engaños, la manipulación de la opinión pública y, muy especialmente, lo prescindibles que resultan los propios agentes. Se les exige todo, se les exprime y luego se les desecha. Esa visión cínica vertebra toda la trama. Creo que es muy interesante el enfoque geopolítico que tienen los países fronterizos con Rusia: pánico a un país que sigue siendo una tiranía invasora.
El final cierra correctamente el arco de la historia y deja abierto un hilo para una hipotética segunda temporada. Un final dramático y tan seco y cortante como todo lo demás.

9/3/25

Presence

-Las malas decisiones tienden a durar para siempre.
No veo mucho sentido a la mayoría de las críticas que he leído. Algunas hasta se quejan de que no sea de terror. Ninguna película tiene la obligación de ser de terror. Y ésta desde luego en ningún momento sugiere que vaya a serlo. Otros se quejan de la ejecución. Tampoco lo entiendo mucho. Sí puedo ponerle alguna pega (ahora, enseguida lo hago) pero si hay algo que hace bien Soderbergh es usar la cámara. Otros protestan por el guion y digo lo mismo: pondré alguna pega pero David Koepp suele escribir buenos guiones.
Vamos con la ejecución: me parece muy adecuado, elegante y fluido el uso de la cámara. Como en Flow. No es la cámara en mano que se agita dolorosamente. Son travellings suaves en los que la cámara tiene más presencia que nunca. La cámara es protagonista, la cámara es otro personaje. La vidente retrocede ante la cámara, los personajes la siguen con los ojos e incluso expresa sentimientos. Porque la cámara es el fantasma, es el director, es el espectador. Es alguien. ¿Qué le reprocho? Que por ser un fantasma debería atravesar suelos y paredes y no lo hace ni una sola vez.
El guion de Koepp me parece bien escrito. A veces abrupto, desconcertante, no sabemos de qué hablan porque el fantasma (la cámara) llega in medio res. Pero todo lo que dicen construye la atmósfera y las personalidades. Le reprocho que sea tan liviano y epidérmico.
El final me gusta. A mucha gente no y también lo entiendo. Esos juegos paradójicos siempre dejan espectadores dañados, efectos colaterales indeseados.
Una película muy bien ejecutada (pese a lo que digan) pero que necesitaba algo más de profundidad.

8/3/25

Mickey 17

Prácticamente nadie conocía a
Bong Joon Ho hasta que hizo Parásitos. Yo le seguía desde sus inicios y The Host me ganó para siempre. Pero cuando hace Parásitos esa gente, que no le conocía de nada, empieza a sacar interpretaciones que no estaban ahí, empiezan a inventar cosas en vez de disfrutar del cine.
Y eso, se ve ahora, le echa a perder Bong Joon Ho.
La película del director que menos me ha gustado. Precisamente por eso. Porque se vuelve demasiado autoconsciente, demasiado explícito en su mensaje. Piensa que tiene que darnos “contenido”. Y no hacía ninguna falta. Es tan poco sutil que la voz en off de Patinson nos acompaña en todo momento, explicándonos a los espectadores lo que tenemos que pensar, sentir y opinar. Y ése es un error que el director coreano nunca había cometido y que destroza la película. Esa voz en off es innecesaria.
Mark Ruffalo es también un espanto. Lo es porque Joon Ho tiene en la cabeza a su actor fetiche: Song Kang-ho. Song Kang-ho sintoniza perfectamente con Bong Joon-ho y sabe cómo interpretar a esos personajes tan difíciles, tan extraños. Song Kang-ho los interpreta desde una cómica sobriedad. Es decir, lo contrario del histriónico e inaguantable Mark Ruffalo que, en esta ocasión, no tiene ni idea de qué hacer con su malvado Kenneth Marshall. De hecho pretende hacer una parodia de Trump y lo que sale es un churro ridículo.
Es una historia de gente desechable. Pienso que con actores coreanos, lejos de las expectativas de Hollywood, habría sido mucho mejor película. Porque visualmente, desde luego, conserva esa clase de locuras maravillosas. Esos gusanos con aire de tardígrados son un delirio.
Creo que se habría podido hacer una película sólo con la trama policíaca de los clones psicópatas de Manikova. Quiero decir que a Joon Ho le sobra imaginación, tiene ideas a raudales. Pero el dinero le obliga a hacer cosas que a mí no me convencen. Y claro que es demasiado larga sin llegar a sacarle provecho al planeta helado.
Ojalá vuelva a su cine, al coreano de siempre, quizá con algún actor occidental al estilo de Okja, pero libre de ataduras y moralejas.