Fama de cortos, brutos y lerdos. Al mismo tiempo, tipos abiertos, francos, amables. Climatología de lluvia casi perpetua. Acento incomprensible a veces.
No diré que Bienvenidos al Norte recupera el clasicismo de las películas de antaño, pero admito que hacía mucho tiempo que no me reía tan a gusto en un cine. Es artificial, simple, elemental. Incluso hasta previsible. Pero tiene unos puntazos descacharrantes.
Una comedia de verdad. Creí que ya no existían.
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