No
veo mucho sentido a la mayoría de las críticas que he leído.
Algunas hasta se quejan de que no sea de terror. Ninguna película
tiene la obligación de ser de terror. Y ésta desde luego en ningún
momento sugiere que vaya a serlo. Otros se quejan de la ejecución.
Tampoco lo entiendo mucho. Sí puedo ponerle alguna pega (ahora,
enseguida lo hago) pero si hay algo que hace bien Soderbergh
es usar la cámara. Otros protestan por el guion y digo lo mismo:
pondré alguna pega pero David Koepp suele escribir buenos
guiones.
Vamos
con la ejecución: me parece muy adecuado, elegante y fluido el uso
de la cámara. Como en Flow. No es la cámara en mano
que se agita dolorosamente. Son travellings suaves en los que
la cámara tiene más presencia que nunca. La cámara es
protagonista, la cámara es otro personaje. La vidente retrocede ante
la cámara, los personajes la siguen con los ojos e incluso expresa
sentimientos. Porque la cámara es el fantasma, es el director, es el
espectador. Es alguien. ¿Qué le reprocho? Que por ser un fantasma
debería atravesar suelos y paredes y no lo hace ni una sola vez.
El
guion de Koepp me parece bien escrito. A veces abrupto,
desconcertante, no sabemos de qué hablan porque el fantasma (la
cámara) llega in medio res. Pero todo lo que dicen construye la
atmósfera y las personalidades. Le reprocho que sea tan liviano y
epidérmico.
El
final me gusta. A mucha gente no y también lo entiendo. Esos juegos
paradójicos siempre dejan espectadores dañados, efectos colaterales
indeseados.
Una
película muy bien ejecutada (pese a lo que digan) pero que
necesitaba algo más de profundidad.
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