15/3/25

Estado eléctrico

Los hermanos
Russo son expertos en desperdiciar millones que no se ven traducidos en pantalla. Con Vengadores la cosa les salió bien porque pillaron a Marvel en la cima. Las pelis eran malas pero el público aún iba por inercia.
320 millones (más publicidad) ha costado esta película. Y no se ve el dinero por parte alguna. Bueno, sí: en los bolsillos de los Russo, Chris Pratt y Millie Bobby Brown. Que me parece bien que les paguen un pastón. Pero la peli es, básicamente, un par de actores en una chatarrería.
También creo que, con Estado eléctrico, todo el mundo se dará cuenta de lo infantiloides que son los Russo. No infantiles. Infantiloides. Porque es lícito hacer una peli infantil. Estado eléctrico no es para niños pero es de lo más ñoño que te puedes echar a la cara. Infinity War y Endgame ya lo eran mucho pero la gente estaba hipnotizada. Los Russo estaban viviendo de las rentas que dejó Joss Whedon.
El argumento no tiene ningún sentido. Me pasé la película entera tratando de averiguar porque es necesario… su punto esencial. Y es que es un capricho. No tiene sentido. Igual que lo colateral a ese hecho: robots, realidad virtual, drones… cambios en la trama según convenga. Un guion absurdo que no se preocupa jamás en explicarse.
Creo que es criticable cada apartado, desde lo cinematográfico a la financiación, postproducción, voces de actores que no vemos, fotografía, giros de guion (¡lo del malo es malísimo, de lo peor que he visto en pantalla alguna vez!).
Es lo que pasa con las pelis malas. Puedes cebarte a hacer chistes o retirarte porque hasta te cansa hablar de ello. Normalmente me pasa lo segundo.
Aquí lo dejo.
Una apabullante decepción.

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