Vaya
secuencia de apertura. Qué plató más chulo deben tener en
Severance
para rodar eso. Qué
difícil mantener la apuesta alta sobre la temporada 1.
El
2x04 es el que más resonancias bíblicas tiene. Irving (Turturro)
es algo así como un personaje desterrado del Edén, Adán perdiendo
la inocencia, Caín tras matar a su hermano.
El
2x08 fue sorprendente por muchos motivos. Aunque no hubiera tenido
ese final me habría gustado igualmente. Porque salimos de Lumon,
oxigenamos la historia, ampliamos el escenario. Pero además está
ese final, con Harmony Cobel cabreada. Patricia
Arquette
me sigue pareciendo inmensa. No quiero desmerecer otras actuaciones
porque me parece un reparto impresionante y pletórico. Incluso
secundarios como Merritt
Weaver
sólo necesitan unos minutos en pantalla para magnetizarte. Pero
Patricia
Arquette
tiene que expresar tantas cosas, tanta dualidad, tanta complejidad,
tanta… esquizofrenia y desde una contención tan controlada que me
resulta fascinante.
Y
llega el 2x09. El cuestionamiento de Lumon por parte de muchos
empleados, dentris o fueris, por motivos diferentes. La doble vida
insoportable, la separación sometida a escrutinio, la búsqueda de
una nueva unión entre lo familiar y lo laboral, lo emocional y lo
racional, la vida completa, unitaria. Me encantó lo de Milchick. El
tipo leal hasta lo demencial y lo poco que necesita para explotar,
para resquebrajar su mezquina sumisión.
Veamos.
He leído cosas acerca de que es una crítica a la Cienciología o al
modelo de empresa japonesa. No sé. Tal vez haya conexiones,
inspiración. Pero constreñir la serie a esa interpretación la hace
desmerecer. Me parece más interesante contemplarla en un nivel
simbólico superior. Puede ser una crítica tanto al capitalismo como
al comunismo, una reflexión sobre la alienación laboral o sobre lo
constructivo del trabajo, sobre la verdadera dimensión de la
conciliación laboral y
familiar…
Es una serie muy rica, con muchas ideas para debatir; circunscribirla
a una única interpretación la hace parecer pobre.
En
su sentido más hondo creo que trata sobre cómo intentamos librarnos
del dolor y, en cierto punto, debemos descubrir que el sufrimiento es
necesario.
Décimo
capítulo. Indescriptible. Una mezcolanza de cosas que no debería
funcionar. Pero funciona. Desde un espectáculos musical a una
violencia extrema en ese entorno de asepsia.
No
me extiendo más. Tal vez en la temporada 3 me explaye más con los
aspectos técnicos. Que ahí también es una joyita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario