30/3/25

Por todo lo alto

Es una de esas películas que trata de convencerte de que la vida, aunque sea una mierda, merece la pena ser vivida porque cada día tiene algo bueno.
Hay muchos clichés. Muchos clichés franceses. Hay carretadas de películas franchutes similares.
Dejando al margen su estructura tópica hay elementos interesantes. En primer lugar lo rápidamente que pasa sobre lo que podría parecer esencial, el drama inicial, el conocimiento de los hermanos. Prefiere centrarse en el “algún tiempo después”, los interrogantes de qué habría pasado si…
Ahí no busca ni lo llamativo ni la comedia forzada. El relato se fundamenta en una cotidianeidad que me sorprendió. No busca la carcajada. La relación y conflictos entre los hermanos son bastante naturales, fluidos, lógicos. El drama no es histriónico y la comedia está hecha de detalles humanos corrientes.
Una de las pocas ocasiones en que la cámara en mano funciona de modo infalible es ese momento en que los personajes han alcanzado el puntín (o la borrachera) y comienzan a moverse. Aquí lo hacen y no falla.
El final, ese Bolero de Ravel para orquesta y coro, es precioso. Hacen bien en el corte rápido y evitar ponerse sentimentales.

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