-El
mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno devolvieron los
suyos y todos fueron juzgados según sus obras.
Apocalipsis
20, 13-14.
Sanna
y Joonas son guardacostas árticos. Se dirigen en aerodeslizador
hacia el rompehielos Aura que parece varado.
Evidentemente
me recordó a la primera temporada de The Terror.
Es
inevitable hacer paralelismos entre ambas obras. Un barco, el mar
helado, el frío, la soledad, el miedo. The
Terror
es superior porque alcanza con facilidad esa zona esencial en la que
los miedos remiten a nuestra interioridad.
Sin
embargo Rompehielos
(Icebreaker)
también
tiene muchas cosas buenas. Desde luego lo mejor es la creación de
esa atmósfera terrorífica en el barco varado. Me parece muy buena
idea que partan,
sobre los hielos, hasta ese islote, porque dejan muy claro que llevan
consigo los temores: no es el lugar, son las personas.
Allí
es cuando se manifiesta con claridad la
leyenda
ancestral de La Nocturna y
la verdadera causa de que hayan coincidido ese grupo de personas: la
culpa.
Hay
recursos un poco flojitos y un cierto afán en tratar de explicar
demasiado los orígenes sobrenaturales. Ahí
ganaba la serie de The
Terror,
porque sabía que ésa es la naturaleza de lo inexplicable: no
necesita ser explicado.
Aquí,
claro, hay una trama de investigación detrás y la guardacostas
necesita cerrarlo de modo policíaco. Ya hemos visto otras veces lo
difícil que resulta aunar lo policial y lo sobrenatural.
En
cualquier caso me parece buena serie. Prefiero con mucho este
terror atmosférico que los slasher
y lo sangriento. Que también tiene su dosis, claro.
Serie
finlandesa de 6 episodios.
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