4/3/25

Cleaner

Lo mejor de la película es la primera escena. La casa caótica, la niña émula de
Spider-man, la foto del frigorífico, las voces ininteligibles… Visual, sin palabras, creando en un par de minutos la personalidad de la protagonista.
A partir de ahí todo está mal.
Película de rascacielos con secuestradores. Pienso que el género se agotó con La jungla de cristal y que las que vinieron después ya eran demasiadas, pero eso no va a impedir que las sigan haciendo.
Joey es la limpiadora exterior de los cristales del rascacielos. En ello anda cuando unos terroristas ecologistas asaltan el edificio. Resulta que Joey también es exsoldado.
Hay una propuesta ecologista facilísima de entender. Y la repiten decenas de veces. Cuando asaltan, cuando toman rehenes, cuando hablan con Joey, cuando hablan con la inspectora, cuando hablan entre ellos, las confesiones que obligan a pronunciar a los rehenes… Una y otra vez la misma conversación acerca del mismo tema. En una película de acción eso es destruir el ritmo por completo. No son comentarios rápidos. Son minutos y minutos de conversaciones que ya entendimos la primera vez.
Lo dije en otra ocasión: Martin Campbell rueda bien las escenas de acción pero no sabe qué hacer con todo lo demás. Pero es que, básicamente, se trata de unas pocas peleas a puñetazos y luego hay que completar hasta los 90 minutos.
Inverosímil, mal montada, con Clive Owen en uno de esos papeles anzuelo de 5 minutos. Daisy Ridley no está bien ni mal. Es un papel mecánico.
No puedo creer que sea tan mala. Tienen La jungla de cristal para ver cómo se deben hacer estas cosas y ni la han mirado.

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