Margot
Kim ha desaparecido y su padre la busca. Google,
Facebook, Youtube, Whatsapp, Skype, Tumblr, Instagram… Cámaras de policía,
noticias de televisión, ordenador, móviles. Sólo vemos pantallas para seguir el
proceso de búsqueda de Margot Kim. El alucinante rastro digital que dejamos en
nuestras vidas. Para bien o para mal.
Imagino
que quien no esté inmerso en el mundo digital tendrá dificultades para seguir
la trama, al menos en los primeros minutos. Pero me parecieron 6 minutos de
inicio maravillosos. Un poco al estilo de la deliciosa secuencia de Up! Las herramientas digitales para
ver la historia de una familia.
Lo
curioso es que la trama también es buena. Muy buena. La intriga funciona con
precisión, con tensión. Y muestra muy bien lo que los padres son capaces de
hacer por sus hijos. Interesante el papel de la detective Rosemary.
Hay
que estar muy seguro de sí mismo para rodar esta película. Haberla pensado
mucho, estar muy familiarizado con las aplicaciones informáticas y estar
convencido de que la forma de exponer las cosas va a funcionar. Si además la
historia está bien planteada…
Muy
buena película. El director ha arriesgado y le ha salido redonda.