La delgada línea azul. Temporada 1

Se estrenó hace ya semanas pero es una serie que hay que tomar a pequeños sorbos amargos. O al menos yo tuve que verla así. Pretende ser un relato realista del día a día de los policías de Malmö. Logra su impacto pero desde un punto de vista cinematográfico llega a resultar cansina. Cosa que tal vez ayuda a su acritud.
Con su aparente tono documental el rodaje es cámara en mano. Pienso que el abuso de ese recurso está sobrevalorado, pero otros lo defienden. Lo que me parece menos justificable es el uso del zoom y otros detalles que quieren aportar verosimilitud y chirrían en exceso. Además, cuando buscas ese tipo de realismo terminas por resultar inverosímil, porque hay situaciones en las que es imposible o ilógico que una cámara estuviera allí.
Sí me gusta que nos introduzca in medio res. No sabemos nada de los personajes y acabaremos sabiendo muy poco de ellos. Vemos sus acciones externas y cómo les afectan sin que nos cuente verbalmente su estado anímico o psicología. La contundencia de los hechos es lo que deja huella. La violencia en la calle, los problemas personales, los bocazas de las redes sociales… El lado oscuro de las vidas. Hay una protagonista, por así decir, una agente novata, pero también vamos descubriendo poco a poco a otros agentes.
No hay tramas de largo recorrido, no son inspectores, no investigan grandes casos. Sólo zambullidas en el universo de las miserias humanas.

Vigil. Temporada 1

El hueco dejado por Line of Duty fue enorme. De los ingleses se pueden decir muchas cosas pero fabrican series maravillosas. Así que se apresuraron en rellenar el vacío con una serie potente.
Un asesinato en un submarino nuclear. Buen comienzo, ¿verdad? Pero luego van sumando capas y más capas. Una policía dentro, otra fuera. Después añaden, progresivamente, nuevos elementos y la trama de investigación policial se transforma en otra cosa más compleja.
Lo mejor son sus juegos de poder. Una lucha de poder vigorosa, un duelo para imponer las propias reglas. El departamento de policía enfrentado a los protocolos de la Marina. Ambos bandos con sus prioridades y secretos. Colaborando de mala gana, espiándose mutuamente. Después jugadores nuevos se suman y hay nuevas luchas de poder.
Le pondré un par de pegas. Como en muchas otras ocasiones la trama de amor me sobra. La serie no va de eso, así que la historia romántica, sin relevancia alguna en los hechos principales, está empotrada a martillazos. No aporta nada, obstaculiza el ritmo, entorpece el desarrollo. Si la suprimes, la serie gana. La segunda pega es su final. Resolver en dos plumazos y con una pelea una historia que había alcanzado tal complejidad me parece muy perezoso.
En cualquier caso es una intriga que funciona bastante bien en su mayor parte. No llega al nivel de Line of Duty pero, en fin, es lo que dice Rosa Belmonte: ojalá nos pusieran tantas series británicas de éstas como telenovelas turcas.

Cry Macho

-¿Me dejas tu sombrero?
-No. Es un sombrero de vaquero. Y tú no eres un vaquero.
Imagino que tener 91 años te quita muchas opciones en la vida. Pero también tiene algunas ventajas. Como por ejemplo hacer una película naif, sencilla, casi infantil. Hasta ponerte cursi. Clint Eastwood pudo ponerse trascendente y sermonear desde la altura de su experiencia. Pero precisamente por su experiencia sabe que la mayoría de las cosas de este mundo son irrelevantes, que no merece la pena enfangarse en lo pretencioso ni ir de profundo.
Ya ha pasado por todo, así que ya no va a pasar nada nuevo. Y así es la película: no pasa nada. Es un western ambientado en 1980. Que podría ser 1880 o el 880 antes de Cristo. Un western con un anciano y un chico. Y un gallo de pelea. El anciano con una aparente indiferencia que no es más que sabiduría, el chico lleno de rabia y frustración y miedo y esperanza y dudas. Y el gallo de pelea como una extensión del alma del chico, un espejo, un reflejo. Qué gran idea me parece la del gallo.
Un viaje entre México y Estados Unidos, gentes buenas, gentes malas. Lo importante es lo que haces en el camino. Lo importante es aprender qué es un macho. Como en todo western el paisaje es determinante. Está en sintonía o contradicción con los personajes, es un personaje más, es metáfora, es encuentro o choque. Es el paisaje de Eastwood. Áspero, puro, con caballos.
Sencilla, eficaz. Iba a decir que le perdono su cursilería, pero a los 91 años le da igual lo que los demás opinemos de él. Debería importarnos lo que él opine de nosotros.

 

Al margen (452)

1. Lo de ir a la Estación Espacial ya es casi como ir al Louvre. Tantos turistas que no se cabe. Y rodajes de películas. Tom Cruise y Doug Liman irán allí a rodar algo, pero se les adelanta una producción rusa que se titula The Challenge.
2. Finch será lo próximo de Tom Hanks. Un hombre, un perro y un robot en el apocalipsis. De ahí puede salir un chiste. Me preocupa que sea, para mí, una pesadilla.
3. Hay quien se queja de que Dune acapare el 52% de la taquilla. Yo creo que es bueno. Recaudar 2 millones es una gran noticia porque significa que la gente vuelve al cine. A todo tren. Destino Asturias no se baja de los 10 primeros puestos y está a esto de llegar a los 8 millones.
4. Rodrigo Cortés estrenará El amor busca apartamento. La temática es del holocausto judío, así que me da muchísima pereza. Pero es Rodrigo Cortés, así que hay que verla. Me está sorprendiendo su libro, Los años extraordinarios.

Calamity

Por su fondo me ha recordado las películas de Miyazaki: la maduración de una chica por medio del trabajo. Su argumento tiene resonancias de Huckleberry Finn. El estilo es, obviamente, un western, bien trabado, muy inspirado en John Ford, sobre la vida en las caravanas.
La animación es verdadera animación. La inspiración del artista por delante del software. Es una maravilla cómo se han pensado los colores de las praderas. Rémi Chayé me sorprendió con El techo del mundo, pero ahora se supera con un guión solidísimo y una estética similar a la anterior pero mucho más elaborada.
Lo que cuenta es cómo Martha Jane Canary se convirtió en Calamity Jane. Por supuesto no hay nada verídico pero eso es lo de menos. El drama de esa niña tiene fuerza, interés y despliega con energía las distintas experiencias que le llevan a aventuras muy variadas. Hay además personajes complejos, cada uno de ellos con sus cosas buenas y malas, con aristas. Bien escritos.
Me llamó la atención, especialmente, cómo Calamity se va despojando de todo aquello que no le resulta práctico: faldas, cabello…
Una gran película que demuestra que se pueden contar muchas más cosas en 75 minutos que en tres horas. Muy buena. Y bonita. En mi opinión debería llevarse el Oscar. Pero ya sabemos que en los Oscar lo de calidad no es lo que se lleva.

Best Sellers

Es una película de ese género no definido en que juntas a dos personas de caracteres opuestos (mejor si una es agradable y la otra no) y las obligas a convivir juntas, principalmente en coche, en viaje o en forzados encuentros con otras personas. De ese género de Paseando a Miss Daisy, Green Book, Perfumes…
Best Sellers no logra escapar a los clichés de ese género. Creo que ni siquiera lo pretende. Plantilla en mano se limita a darle una vuelta con un tono de frescura improvisada y deja que sus dos actores principales funcionen a su aire.
Y esa es la cosa. Es una película que merece la pena verse sólo por la interpretación de Michael Caine. Al comienzo de la película le llaman por teléfono. La cara de asco con que mira al aparato demuestra lo que es ser un actor. Y Aubrey Plaza, extrañamente, le da la réplica con una soltura que yo no conocía.
Una editora en apuros logra que su autor estrella (anciano, cabreado, maleducado, impresentable) le escriba un nuevo libro. Ambos van por ahí de promoción.
No sale de los clichés, como digo. Pero los personajes son realmente tan opuestos que resultan auténticos. Muy creíbles.
Se pueden hacer lecturas sobre la cultura como provocación y demás temas artísticos sobre los que se suele hablar mucho con poca sinceridad, simplemente como apariencia o promoción. Pero en el fondo se trata de una historia sobre el descomunal peso de la pena, el saberse nada sin la persona a la que amamos, la nulidad en la soledad. Todo lo demás es pose. O pura impotencia.

Cuentos al caer la noche

Me gusta. Una mezcla moderna de Hansel y Gretel con Las mil y una noches. Un niño y una niña atrapados en el apartamento de una bruja (muy bien Krysten Ritter, comedida en su chaladura). El niño viene a ser una especie de Sherezade, forzado a contar cada noche un cuento de terror a la bruja si quiere seguir vivo.
Me gusta. Por su peculiar estética, diferente para los cuentos, para las diversas estancias del apartamento, con atmósferas originales y apropiadas. Además combina el terror con divertidos toques de humor.
Me gusta, sobre todo, por esa metáfora acerca de la creatividad de los niños. La bruja Natacha es más bien una crítica, una correctora de estilo, que les espolea a buscar la verosimilitud de la obra literaria, a ajustarse a las reglas de la propia ficción, a documentarse, a evitar la ñoñería, a esquivar el peligro de los finales felices, a poner atención en los detalles… Y, especialmente, a indagar en los secretos que se ocultan dentro de uno mismo.
Un cuento ciertamente terrorífico, no apto para los más pequeños, que tiene su fondo y algo que contar. La metáfora principal puede ser obvia, pero tiene sus capas. El giro sobre la bruja Natacha puede ser previsible, pero desde luego no es complaciente.
Mejor de lo que esperaba.

Dune

Denis Villeneuve se ha ganado cierta reputación autoral. Por la temática y fondo de sus primeras películas, por su estilo depurado, porque lo buscaba. Los que aceptaron esa autoría puede que ahora se sientan defraudados porque Dune no quiere ser 2001: Una odisea del espacio sino la nueva Star Wars.
Y eso no es malo, creo yo. Simplemente hay que saber a qué se enfrenta uno. Dune es cine comercial, cine espectacular, arrollador, con grandes escenarios, paisajes, vestuarios, escenografías, batallas, naves espaciales, escenas de acción, cine caro, carísimo. Y gusanos de arena, claro.
Es una space opera de las de antes (conceptualmente) con la tecnología de ahora (estilísticamente), es el John Carter que a Disney no le salió y es, desde luego, el Dune frustrado de De Laurentis/Lynch. Claro que, si a las ocho horas de Lynch les hubieran dado la oportunidad de la trilogía, probablemente ahora no estaríamos hablando de esta película. Esto es importante porque este Dune termina de un modo poco consistente como película cerrada en sí. Está pensada para más y no está claro que vaya a haberlo. Y, si no hay continuación, pasará al olvido con toda su megalomanía épica/mítica/mesiánica.
Villeneuve es impactante, sobre todo a nivel visual, busca lo grandioso y coloca la cámara para que parezca más grande todavía. Al igual que en Blade Runner 2049 tiene problemas de ritmo. La desmesura le hace arrítmico en ocasiones porque, atención, sí quiere conservar la vitola de autor, y se pone lento y contemplativo (sin necesidad) cada poco, como muy trascendental. Es decir, un poco pedante. La música de Hans Zimmer ayuda mucho.
Timothée Chalamet me parece un error de casting (bueno, me lo ha parecido en todas las películas que ha hecho). Y eso es un problema porque es casi el único personaje con fondo. Hay poca profundidad en el resto de personajes. Y sí, sale Bardem, pero como salen Stellan Skarsgard o Josh Brolin: caras famosas para, precisamente, no tener que darles personalidad.
Bien. Entretenida, ruidosa, vistosa, elegante. A ratos llamativa. Para ver en pantalla grande. Pero te decepcionará si vas buscando algo más. Está en el polo opuesto de La llegada.

Al margen (451)

1. Me arriesgo con una profecía: Lo de Christopher Nolan con Universal no acabará bien. Exigencias de Nolan: control creativo total, 100 días en ventana de cine, 100 millones de presupuesto mínimo, 100 millones en marketing y tres semanas (delante y detrás) sin que el estudio lance otra peli que le haga sombra. Y eso para un biopic sobre Oppenheimer. Que, digo, no es Origen ni Tenet ni Batman. E, insisto, Nolan no recauda tanto como parece.
2. Denis Villeneuve, que hoy estrena Dune, está tan desesperado por ver su peli (un año de retraso) que, a diferencia de Nolan, no le importa el estreno simultáneo en cine y plataforma. Es un tema muy interesante. Y con muchas implicaciones, matices, opiniones… Y dinero y empleos en juego.
3. A mí Bambú Producciones me da muchísimo miedo porque raramente produce cosas que me interesen. Pero a Jaguar le tengo muchas ganas. Todo será que en el minuto 2 me dé cuenta de que no es mi estilo.
4. Y también tengo mucha curiosidad por ver qué hace Bryce Dallas Howard como directora en el remake de El vuelo del navegante.

Post mortem: Nadie muere en Skarnes. Temporada 1

Muy rara. De Noruega. 6 capítulos.
Live es asesinada. Pero resucita en la sala de autopsias. Enseguida nota que le pasan cosas raras y que tiene bastante sed de sangre humana.
En la película no se dice ni una vez la palabra del ente que succiona sangre. Así que yo tampoco la voy a decir. Porque todo cuadra y apunta a ello, pero los directores no han querido ponerle nombre a la condición de la protagonista. Qué juerguistas.
Porque dicen que es comedia. Igual sí. Comedia negra a la noruega con sarcasmo supuestamente inteligente que no siempre funciona. La he visto con agrado general, esperando a ver qué deparaba el siguiente paso, no me ha aburrido, he sonreído en algún momento pero… Pero termina y no me ha parecido que aporte gran cosa.
Hay que reconocer que los dos últimos capítulos tienen un ritmo más adecuado que todos los anteriores. Ahí se entrelazan tramas, circunstancias y personajes. De modo que, sin que sobren los capítulos intermedios, sí parecen algo superfluos.
En cualquier caso es un modo diferente de mirar al monstruo que empieza por “V” (y no es Voldemort) de un modo diferente.

Y: El último hombre. Episodios 1x01 a 1x03

Vi los tres primeros episodios que ofreció Hulu. Y no creo que siga.
No entiendo que una serie así pueda tener un arranque tan pesado, tan aburrido. Presentar a un montón de personajes de golpe. Como si no existiesen otro tipo de recursos cinematográficos para que conozcamos a los protagonistas. Los 45 minutos más inaguantables del año para mostrar anécdotas irrelevantes. Sólo 5 minutos para contarnos el hecho importante. No lo entiendo.
Luego llega el segundo capítulo, que no mejora gran cosa. Y ves el problema: rodar una serie apocalíptica con el mínimo posible de presupuesto pero queriendo dar el pego. No han invertido dinero para lograr el volumen necesario que exige una historia así. En lugar de un viaje, múltiples escenarios, gentes diversas, costumbres sorprendentes, tribus urbanas, grupúsculos excéntricos, se han encerrado en los diálogos de política.
En su momento me leí el cómic. Me gustó bastante, con sus más y sus menos. Para muchos es uno de los mejores que se ha escrito. No pedía una adaptación fiel pero es obvio que lo que en el cómic era original aquí es manual, el riesgo se ha sustituido por lo académico. Además los dramas de los personajes presentados son sosísimos, sin ningún interés.
Me bajo. Tal vez cuando se termine la temporada alguien pueda decirme si mejora, pero sospecho que habrá un atisbo para que piquemos en una hipotética segunda temporada. Y volverán a lo mismo.
Ni siquiera Diane Lane consigue destacar. Me interesó, levemente, Ashley Romans. Después de tres capítulos nada destaca en el protagonista.

El virtuoso

No sé qué le pasa a esta peli. La idea me parece buena. El estilo también es adecuado. Aunque el giro sea previsible no importa mucho porque la dinámica es la correcta. Pero no acaba de funcionar.
No sé si es la voz en off, no sé si es que quieren dejar en la oscuridad más cosas de las que deberían, no sé si es el montaje. Personalmente habría organizado los encuentros en el restaurante de otra manera, presentando a los personajes con anterioridad, con un poco de pasado, con un poco de fondo. Pero no sé si realmente ese es el problema. También molesta un poco ese guión que, en ocasiones, quiere pasarse de listo sin ser necesario.
Un asesino a sueldo acude al lugar donde su víctima estará presente. Pero allí hay varias personas y no sabe a cuál de ellas debe dar matarile.
Realmente es un punto de partida que pudo dar mucho juego y que no se aprovecha bien. Falta profundidad en los personajes y sobra confusión deliberadamente añadida.
Que haya pocos personajes jugaba a favor del director pero la obsesión por centrarse en un único punto de vista estropea parte de la narración. Además no termina de ser del todo coherente.
No es una absoluta pérdida de tiempo pero deja bastante indiferente. Debió ser mucho mejor.

Kate

Kate, así se titula la peli de venganza de Netflix de esta semana. Salvo que salga otra. A Kate la han envenenado y le quedan 24 horas de vida. Tiempo de sobra para vengarse de la Yakuza.
Hay muchísimos géneros que mantengo a raya y que no veo salvo que me asegure gente fiable que son obras maestras. A las series de médicos ni me acerco. No veo las de abogados (excepto The Good Fight, que es otra cosa). Pocas pelis de mafiosos porque pienso que El padrino ya lo contó todo. Pero no logro apartarme de las pelis de venganza. Y debería, porque me trago cada cosa…
Kate es malilla por dos motivos. Primero: el argumento es un despropósito. No hay por dónde cogerlo. A partir de cierto momento, con sus giros, deja de importar todo. Segundo: no saben que tono dar al producto. No saben si es una comedia, un drama o un videojuego. Saltan de una cosa a otra sin control.
Tiene algunas cosas rescatables. 1: Mary Elizabeth Winstead. 2. Woody Harrelson. 3: Algunas ocurrencias visuales. 4: Algunas peleas bien coreografiadas (y muy, muy salvajes).

Andrey Tarkovsky. A Cinema Prayer

Este documental es imprescindible para cualquier apasionado de Tarkovski. Está realizado por su hijo. Ha seleccionado grabaciones de voz de su padre y las edita sobre imágenes de las películas, guiones y otro material diverso.
El discurso trata de mostrar lo que entiende por religión, arte, símbolo, naturaleza, libertad… Poesía. Su concepto de imagen como símbolo que encierra un misterio es fundamental para entender toda su obra. Para entender por qué considera que su arte es su modo de hacer oración. La relación con el símbolo religioso y la tarea del artista. A partir de ahí se desencadena todo lo demás.
Desde luego es conceptualmente densa. Le vemos evolucionar, dentro de la fidelidad a sus reglas artísticas, desde los problemas con la censura rusa, ya con su primera película, hasta el exilio en el festival de Cannes de 1983.
Y sus últimos años.
Me alegra que diga que Stalker es su obra favorita porque para mí también lo es. Creo que es donde mejor condensa todas sus ideas. Lo más divertido es lo de la señora de la limpieza cuando vio El espejo. La que dio en el clavo de modo sencillo y conciso.
El de Tarkovski es un cine-arte. Hay poco de eso ahora. Y, desde luego, nadie de su altura. Aunque el cine-industria tenga su importancia creo que es preciso volver la mirada, de cuándo en cuándo, a gente como él, a cine como el suyo.
Sí me habría gustado alguna explicación más concreta a por qué decide hacer tal o cuál película, el proceso en sí, las decisiones artísticas que toma. Pero en cualquier caso es un documental muy satisfactorio. Y está bien que algunas cosas queden en el misterio. En la Poesía.

Al margen (450)

1. Se estrena Gunpowder Milkshake (Cóctel explosivo). Le deseo mucha suerte en taquilla a esta bobada tan entretenida.
2. También se estrena Adiós, idiotas. Está muy bien pero sólo te la recomiendo si estás de subidón y necesitas un poso de tristeza.
3. Si te dicen que trabajan Meryl Streep, Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence probablemente te sentirás interesado. Pero cuando descubres que No mires arriba la dirige Adam McKay te echas rápidamente para atrás. Porque es un tío al que le encanta trabajar con Will Ferrell (uno de los peores actores del mundo) y sabe sacar lo peor él.
4. Qué pesadita está la gente con La casa de papel. Una serie que debió terminar hace 4 temporadas y media. En fin. Igual me estoy perdiendo algo.

Dark Woods. Temporada 1

-Hiciste todo lo que pudiste.
-Hice lo que tenía que hacer. Es diferente.
Es muy fácil echar la culpa a los políticos. Porque la tienen, claro. Pero exigimos muy pocas responsabilidades a los jueces. Porque casi nunca podemos. Y lo cierto es que, muchas veces, la culpa de los grandes desastres de un país es de los jueces y fiscales. Les faltan agallas y les sobra contubernio con los políticos.
Pensaba en ello al ver al fiscal general de esta serie. Una decisión cobarde o interesada cuesta la vida de una persona y 28 años de sufrimiento a la familia. Bueno, el sufrimiento ya es para siempre. Es un caso real, un crimen cometido en Alemania. Ese poli se arrepintió toda la vida porque hizo lo correcto, lo que decía el fiscal, lo que estipulaba el Derecho, en vez de hacer todo lo que podía haber hecho. Y se trataba de su hermana desaparecida. La poli novata, la única mujer inspectora de Baja Sajonia en los años 80, atada a sus superiores, impotente también para hacer algo más.
Es una historia policiaca sin final feliz. Y no suele haber de ésas. Mare of Easttown, con todo lo tristona que es, deja esperanza y la satisfacción de la inspectora por haber resuelto el crimen. Lo de Dark Woods es demoledor porque pone en evidencia la realidad: política, jueces, fiscales jugando a frivolidades.
También es una historia de esas que, si fuese ficción, la tacharías de inverosímil. Una vez más la realidad supera a la ficción. Aluciné con lo del coche enterrado en el jardín. ¿A quién se le ocurre algo así?
Serie alemana de 6 episodios. Cinematográficamente no va muy allá, pero si te gustan las historias de crímenes reales no está mal.
-Si algún día tu hijo te pregunta por la deslealtad y la cobardía, querré oír tu respuesta.

No Man of God

-Y dicen que yo estoy loco.
La película fía todo a las interpretaciones de Elijah Wood (el agente del FBI Bill Hagmaier) y Luke Kirby (el asesino en serie Ted Bundy). Pero por más acertadas que sean las actuaciones de ambos no es suficiente.
El carácter excesivamente documental hace daño a la narrativa. La excesiva fidelidad puede tener valor analítico pero no ayuda al cine. Es una película basada en las conversaciones entre el agente y el psicópata. Eso es difícil de llevar aunque la cámara trate de moverse con regularidad.
Hay defectos en ciertos recursos que se buscan y que no acaban de funcionar pero el principal problema de la película es que no hay ninguna tesis detrás. En una historia así hay que arriesgar y, acertadamente o no, apuntar en una dirección sobre los porqués de Ted Bundy. No llegamos a conocerle. Y tampoco entendemos bien del todo a Hagmaier. Hay muchos referencias biográficas, datos fríos, asépticos, ciertos. Pero poca psicología.
Me habría interesado mucho más, por ejemplo, profundizar en la abogada. Ahí hay un conflicto muy sugerente. O sobre esa chica del equipo de filmación que aparece en una escena muy extraña y que no acaba en nada.

Sí me ha sorprendido que presenten a Bundy como un don nadie, sin el magnetismo ni el carisma con que suele exhibirse a los asesinos en serie.
Más allá de su valor textual no aporta gran cosa al género.

En la ciénaga (Rojst). Temporada 2

Dejamos a Piotr, en la primera temporada, en la Polonia de 1984. Aún faltaba un lustro para que cayera el monstruo del Muro. Ahora han pasado 13 años, estamos en 1997 y ha llegado el capitalismo. Y descubriremos que la ciénaga lo sigue siendo. Con otro nombre pero con nuevos muertos. La ciénaga tiene su pasado: nazi, comunista. Pero lo sigue siendo hoy, arrastrando capas de cadáveres y consecuencias inesperadas.
Un niño muerto, un joven secuestrado. Es una extraña dinámica la de la serie. El periodista y la poli apenas coinciden. No son la clásica pareja al uso. Una conversación en un bar es el máximo tiempo que pasan juntos. E investigan cosas distintas que tendrán puntos en común. Más en común de lo que esperaban o deseaban.
No me gusta tanto como la primera temporada. Antes vimos cómo investigaban un caso en un mundo comunista. Es decir, donde no te dejan investigar, hablar, preguntar. Donde hay tantos secretos como delatores. Era algo novedoso. La segunda temporada es terreno conocido. No está mal por esa relación tan atípica y efímera entre los protagonistas, pero…

Siguen escribiendo bien a los personajes: el inspector tartamudo, la inspectora que se guía por la astrología…
El final es bastante desolador. El paraíso capitalista no les trajo la felicidad.

Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos

A mí se me ha hecho bola.
Hay una cantidad abrumadora de peleas. A la media hora iban ya por la quinta. Aun cuando tal cosa sea lícita lo cierto es que ninguna es equiparable ni al buen gusto estético de Hero, ni a la sabia moderación de Tigre y dragón ni al fondo de La casa de las dagas voladoras. Y si nos vamos a cosas como la del autobús no hay nada de la adecuada tosquedad de Transporter o la más reciente Nadie.
Lo que quiero decir es que, por enésima vez, Marvel (Disney) nos repite que esta peli es distinta, nada que ver con lo que se había hecho antes. Y por enésima vez es falso. Es el mismo guión de siempre, con el héroe sin matices de siempre, la estructura argumental de siempre. Tal vez con mucho más CGI y efectos especiales. Pero eso es todo. Novedad, novedad, lo que se dice novedad, no la veo.
Por suerte está Awkwafina que, desde luego, es lo mejor. Aporta el toque descerebrado y humorístico y que, con perdón, vendría a hacer las veces del bichejo graciosete si hubiese sido una producción animada.
El conflicto dramático (ese romance y sus consecuencias) es inverosímil por completo y no pude entrar. La muerte de la madre es otra bobada que imposibilita cualquier acceso coherente a la historia. Y venga a meter animales raros y monstruos y dragones que no sabes a qué vienen.
Ahora a esperar a ver que dicen en China. Al fin y al cabo es un producto para vender allí y lo que opine el resto del mundo da igual.

Al margen (449)

1. Sé que el mundo no tiene arreglo porque las series más vistas del año en Netflix son Outer Banks, Un lugar para soñar y Los Bridgerton.
2. Pues a ver qué hace Javier Olivares con La última cripta. Espero que metan dinero y pongan directores con ímpetu. Es decir: que no se note que es española con sólo ver dos minutos, que aspire a lo internacional.
3. Jungle Cruise tendrá secuela. Era de esperar. Ahora hay que confiar en que para esta segunda película sí contraten guionistas.
4. Resident Evil: bienvenidos a raccoon city es lo nuevo de Resident Evil. Totalmente renovado, otros actores, director, tono… Mi Resident Evil, el de Milla Jovovich, ya no me lo van a dar. Con su desvergüenza, su locura, sus mamarrachadas fascinantes, sus idas de la olla. Seguro que ahora se toman esto de los zombis en serio.

Astrid y Raphaëlle (Bright Minds). Temporada 2HPI (Haut Potentiel Intellectuel). Temporada 1

-¡Ah!
Nadie dice ¡ah! como Astrid.
Pongo ambas series juntas por su evidente paralelismo y sus diferencias. Ambas series (francesas) tienen a una protagonista extremadamente inteligente que trabaja para la policía sin ser policía.
Astrid.  Autista, ordenada, metódica, discreta. Toda la vida bajo control, planificada segundo a segundo, atada a rígidos esquemas de actuación. Rigurosa en el cumplimiento de leyes. Desde su escritorio en el archivo de documentación posee un conocimiento descomunal de datos que le permite relacionar hechos. Pero ya comenté de ella en la primera temporada.
Morgane Alvaro, soltera, tres hijos, caótica, hiperactiva, anárquica, absolutamente descontrolada. Señora de la limpieza de la comisaría. Con un coeficiente intelectual de 160. Una noche deja una anotación sobre un caso en el que los oficiales están atascados y la contratan como consultora.
He leído que en Francia algunos superdotados se han sentido molestos por la visión que da Morgane. Muy superdotados intelectualmente no deben ser porque a mí me parece el principal acierto de HPI: esa simbiosis de choni poligonera con un cerebro extraordinario.
Me gustan poco las tramas de investigación, me gustan sus personajes. HPI tiene la ventaja del presupuesto: más escenarios, más dinamismo. Astrid y Raphaëlle tiene la ventaja de su título: no se entiende a Astrid sin Raphaëlle. Son realmente Astraelle, un shippeo que funciona con precisión. Su relación de amistad es mejor que la de HPI.
Lo que marcharía de fábula sería un crossover. ¿Te imaginas a Astrid y Morgane juntas?
-Hay una red de personas como yo.
-¿Autistas?
-No. Documentalistas de criminalística.