Cuando
el fugitivo Winston (Topher
Grace)
es detenido por la marshal Madolyn (Michelle
Dockery)
decide cantar todo lo que sabe a cambio de inmunidad y protección.
El vuelo desde Alaska será problemático porque el piloto, Daryl
(Mark
Wahlberg),
tal vez no es quien dice ser.
Muy
flojita.
El
guion no es nada del otro mundo pero además el presupuesto es tan
ínfimo que le han recortado imagen. Me explico: hay muchas cosas que
suceden fuera del avión, cosas que el guionista “pensaba” que
estarían contadas visualmente, pero como no hay dinero se limitan a
contarlas verbalmente. Y queda fatal, la verdad.
En
el ámbito de la acción también es bastante pobre. Salvo ese
aterrizaje forzoso, al final, no hay mucho a lo que agarrarse. Y
tampoco es que sea algo brillante.
Es
difícil de creer que esto lo dirija Mel
Gibson.
Está en el polo opuesto de sus escenas de masas, de su épica, de la
recreación histórica. Supongo que andaba necesitado de dinerillo y
ha aceptado poner aquí su nombre.
Lo
más gracioso es ver a Mark
Wahlberg
calvo. Sin razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario