Un
rastreo por el blog confirma que no hice comentario sobre la temporada
2 de esta serie. Así que sospecho que no la vi. Sí. He sido
desordenado con Will Trent. Me gusta, me caen bien sus personajes pero
fácilmente habrá algo que me interese más.
Y
es que
no es realmente necesario comentar gran cosa sobre una serie
procedimental cuyo objetivo es mantenerse lo más fiel posible a
sus personajes y estructura.
Sin
embargo existen algunos detalles que quiero
mencionar y están el capítulo 3x04.
En
primer lugar el asunto Angie Polaski. Por
lo visto, en la temporada 2, la
agente quedaba arrestada, investigada, desacreditada. Y nada menos
que por el amorcito de su vida y quien da nombre a la serie: Will
Trent. El palurdo cree que la ley lo es todo. La aplica con rigor
extremo sin cuestionarse si está bien o mal. Muy kantiano el chaval.
En este capítulo tenían la conversación insoslayable.
Segundo
asunto. Disfruté mucho el episodio porque la trama gira alrededor de
presupuestos de Alias,
aquella maravillosa serie en la que J.J.
Abrams
empezaba a romper moldes con Jennifer
Garner
pisando
fuerte en los tacones de
Sidney Bristow. La estratagema del malote de este capítulo iba por
ahí. Muy interesante.
Y
el capítulo acaba con un torneo de ajedrez, una reflexión sobre la
epidemia de la soledad y una camisa colgada tras la puerta. Eso es
saber sugerir un romance futuro. Ese
instante me pareció brillante. Un capítulo casi perfecto. Sólo faltaron dinosaurios.
En capítulos posteriores, para quien esté interesado en estas cosas, Gina Rodriguez se abría paso.
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