Sospecho
que acaba de convertirse en la peor película más entretenida del año. Si yo
hubiese tenido 13 años y fuesen los años 80, aún la habría disfrutado más. Sin
dejar de parecerme mala.
En
este tinglado de leyendas europeas, rusas y chinas cabe de todo. Hay
científicos investigando la electricidad, dragones, monstruos, princesas,
prisiones de las que nadie ha escapado antes, cuevas, tesoros… amor verdadero.
Ejem. Un batiburrillo sin pies ni cabeza. Una de esas pelis en las que primero
piensas qué peleas quieres poner y luego encajas a martillazos un guión sin preocuparte
por las incoherencias.
Todo
esto lo mezclas bien (o mal) y lo sitúas sobre escenarios digitales de
videojuego.
Es
una peli dirigida por un director ruso con un reparto mayoritariamente chino,
pero con sitio para intérpretes rusos, ingleses y americanos. Así que ahí están
de secundarios Jackie Chan, Arnold Schwarzenegger, Jason
Flemyng, Rutger Hauer, Charles Dance.
Película
de aventuras desparramadas por tierra mar y aire como las que se hacían antes.
Hace un siglo, por ejemplo.
La
cuestión es que sus numerosas cosas negativas no deberían ocultar algunas cosas
buenas que tiene. Esa escena de los parapentes con tres paraguas o la escena,
muy cuidada estéticamente, de la pelea de las chicas con faldas rojas.
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