26/8/20

Mortal


-Si me tocas, te quemarás.
Esta vez André Ovredal se ha pasado un poco de listo. Creo que le iba muy bien el terror ya fuese en su vertiente humorística original de Trollhunter o el terrorífico-juguetón de Historias de miedo para contar en la oscuridad. Incluso el sencillo pero eficaz de La autopsia de Jane Doe.
Aquí es como si se le hubiera subido a la cabeza y quiere ir de autor para contar una historia un tanto rarita. Agradezco su intento de enfocar la cuestión de los superhéroes desde otra perspectiva, despojándola de la fanfarria infantiloide de Marvel. Pero cuando te arriesgas a algo así tienes  que tener muy claro cuál será el final. Y el final, por desgracia, es un cliché que, para más inri, está construido de forma muy artificiosa e inverosímil.
Muy bonita la escena del puente. El paisaje, la fotografía, los colores, los rayos, el asfalto derritiéndose… Toda la fotografía de los paisajes noruegos es espectacular. Ovredal nos demuestra que Noruega es muy bonita.
A ratos me gustó bastante. Pero ese final arruina muchas cosas.
Los americanos, por supuesto, quedan fatal.
-¡Thor es noruego!

No hay comentarios: