No
tengo muy claro del todo el porqué, pero esta serie me gusta mucho. Ya cité sus
defectos en la primera temporada. Y aquí los repite. Algunas casualidades
(Henna o la carambola de Jimi), tramas de despiste…
Pero
aún así me gusta el modo en que desarrollan la investigación, con lógica, paso
a paso, con ramificaciones, desde todos los ángulos.
Y
presenta un amplio panorama social. Un partido populista (cómo suena a Podemos,
a sus tejemanejes, a sus purgas) tiene la alcaldía de Helsinki. Un proyecto
para unir con un tren submarino Finlandia con Estonia. Un asesino que venga la
muerte de un chico. Un error. Otros asesinatos relacionados con droga.
Colaboración con la policía estonia.
Karppi
y Nurmi, con sus desavenencias, pero siempre apoyándose a la hora de la verdad.
Aunque veremos qué pasa en la siguiente temporada, tras ese cierre. Y una cosa
importante: no se esfuerzan en que te caigan bien. De hecho, en su vida
privada, toman decisiones más que cuestionables. Son como son y punto.
Cuando
te estás preguntando por qué te siguen contando cosas de la alcaldesa, después
de acabar su trama, es por una buena razón.
Además
en verano entra muy bien, con todo ese frío y esa nieve y esos abrigos y esos gorros que les
envuelven de arriba abajo. Si es que es un milagro que en Finlandia se pueda
hacer un reconocimiento facial.
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