También
se ha traducido el título como El
pantano o The Mire.
Serie
polaca de 5 capítulos, ambientada en los años 80, en vísperas del derrumbe
comunista. No es una serie fácil. No te explican nada. Los personajes hablan
como si estuvieses al tanto de todo. No sólo de la historia y circunstancias,
sino de las relaciones anteriores de los personajes. No te dan nada hecho.
Entramos
en esa ciénaga como si estuviésemos habituados a ella. El asesinato de un líder
político y una prostituta. Enseguida aparece un culpable y dice que sí, que ha
sido él. Dos periodistas no lo ven claro. Uno está a punto de jubilarse, el
otro es un novato, hijo de un político importante, que se ha largado de
Cracovia pensando que en ciudades pequeñas habrá menos corrupción.
Lo
importante de esta serie es su atmósfera. Esa ciénaga de la que resulta
imposible salir limpio, conservar la inocencia, mantener íntegros los
principios morales. Me recordó en muchas cosas a La vida de los otros. La corrupción del Estado se derrama sobre
todas las personas.
Es
más un retrato social e histórico que una investigación. Entre otras cosas
porque allí investigar era imposible. La verdad la dicta el poder. El
periodista es un mero copista. Y mejor no salirse de los términos estipulados.
No
es una serie perfecta. En la primera mitad del último capítulo se resuelve todo
muy deprisa y un poco por casualidad. Pero me ha interesado mucho. Y el final,
con un nuevo giro que enfoca las perspectivas, no hace sino ratificar que todo
el mundo se hunde en la ciénaga.
La
ciénaga comunista. Que se aposentó sobre la ciénaga nazi.
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