Vaya
por delante que prefiero con mucho a la Holly Gibney interpretada por Justine
Lupe en Mr. Mercedes
que a la Holly Gibney que interpreta Cynthia Erivo en El visitante.
Dicho
esto hay que reconocer que El
visitante tiene un gran nivel. Si esta serie la pone Netflix, la
habríamos visto en tres días y nos habríamos podido dedicar a otra cosa. Pero
como HBO nos la ofrece a capítulo por semana, nos ha obsesionado durante 10
semanas y no hemos tenido la cabeza para nada más. Fíjate que me he enterado
hoy de que hay una pandemia de un coronavirus que empezó más o menos cuando se
estrenó el primer capítulo…
Igual
sólo soy yo, claro, que ando despistado.
Es
una intriga de Stephen King con un componente fantástico/mágico/sobrenatural
o como se quiera ver. Así que no voy a contar nada de la trama porque merece la
pena ver cómo evoluciona.
Los
personajes son muy buenos, las relaciones entre ellos fluyen de forma creíble y
natural, la historia que construyen es verosímil y, eso es lo importante, el
drama de los protagonistas tiene más relevancia que el monstruo (el Coco) en
sí. Porque como suele ocurrir con Stephen King, sus monstruos son una
metáfora del mal vivo, desatado, el mal que alimentamos, que fomentamos, que
permitimos. El mal y las consecuencias imprevisibles que produce.
Hay
muchos buenos momentos, pero ese tiroteo de 10 minutos con que arranca el 1x10 es
realmente agobiante. Me encantó.
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