La
peli del viernes de Netflix, una macarrada al estilo de Mark Wahlberg
dirigida por el estilo de Peter Berg.
Spenser
es un poli que ha pasado cinco años en la cárcel por hacer lo correcto. Ahora
sale del trullo pero no ha aprendido la lección y se lanza de cabeza a por los
polis corruptos. Se echa un amigo, un tío muy tocho con unos puños como mazas.
La
historia es la de siempre. Debería estar mejor contada y ser menos seria. Hay
momentos en que apuesta un poquito por el humor y en ese nivel debió
quedarse porque, cuando se pone dramática no cuela.
Un
pasatiempo de acción sin más, excesivamente convencional y previsible. Muy simplona.
Me
gustó lo del martillo en la autopista. Simple y eficaz.
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