21/3/20

Oficina de infiltrados. Temporada 1


-Si hay un lugar en el que no puede pasar nada es en Argel.
Guillaume Debailly (apodo Malotru, alias Paul Lefebvre) ha estado seis años infiltrado en Siria. Pero una vez de regreso en Francia decide seguir llevando una doble vida, manteniendo su identidad falsa de Paul Lefebvre. Y peor aún: se sigue viendo con Nadia Al-Mansour. En Argel desaparece un agente.
No estamos acostumbrados a ver películas sobre los servicios de inteligencia franceses, así que uno se aproxima con pies de plomo para ver qué sale de ahí. Y sale una serie inesperadamente grande, sólida, verosímil, realista, bien empapada en el terreno que pisa. Francia, Argel, Siria, Irán, Rusia, Estados Unidos… Es el polvorín de la información donde lo importante no son las personas sino la misión, aunque a veces el corazón y los sentimientos juegan papeles importantes.
Buen guión, buenas interpretaciones, una trama muy ramificada pero comprensible, muchos personajes y ambientes. Aunque el protagonista sea Guillaume poco a poco todos los personajes van evolucionando y adquiriendo peso. Atención a la psicóloga, la doctora Balmes.
En ese sentido el montaje utilizado pudo ser lioso pero no sólo deja todo claro sino que lo aprovecha para presentar sorpresas que no caen de golpe. Ni siquiera en eso es efectista. Renuncia a lo artificioso.
Una de esas series que va por la cuarta temporada y que deberíamos estar viendo día a día.
-Dice que no quiere seguir pegando a la chica. Que es guapa. Usted también era guapo antes de que le partieran la cara.

No hay comentarios: