-Estrella.
¿Por qué lloras?
-Porque
me gusta.
Volví a pasarme por La Gaviota. Hay películas que, por muchas veces que las
veas, hace demasiado tiempo que no las ves. Y, decididamente, hacía demasiados
años que no veía El Sur.
Es
una película inmensa en muchos sentidos. Para mí sigue siendo la película
española con mejor fotografía que jamás se haya realizado. Víctor Erice
tiene la misma magia en sus composiciones que su protagonista zahorí a los ojos
de su hija Estrella.
Rafaela
Aparicio
está descomunal. Erice la saca de las españoladas para regalarle un
papel breve pero donde puede exhibir una interpretación suprema. Y la Estrella
niña (Sonsoles Aranguren) y la Estrella adolescente (Icíar Bollaín)
lo bordan.
Me
fascina el pulso con el que lleva la conversación en el restaurante entre padre
e hija. En realidad el modo en que evoluciona la relación entre ambos es una
joya. Y está el secreto y está el Sur, un símbolo, un lugar convertido en mito,
un concepto al que se le han dado tantas interpretaciones como espectadores ha
tenido la película.
Una
de esas pelis que merece la pena repasar de vez en cuando, teñida de melancolía, de
misterio humano y de pequeños detalles.
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