Rosebud no explicaba al Ciudadano.
Sigue siendo solamente un Individuo.
Eso es lo bueno: es inagotable.
Como ocurre con todo el buen cine.
Como ocurre con la vida.
Crítica y opinión de cine y series.
-¿Cómo
vas a encontrar alguna respuesta si nunca te atreves a hacer la pregunta? Trae
recuerdos de Encuentros en la tercera
fase y de Expediente X
y de E.T. y de Strangers Things y de Super 8 y hablan de motores warp
como de algo que va en serio. Y
los personajes son encantadores, te enamoras de los raritos de la asociación
ufológica sueca y el ritmo es el de una aventura y hay humor y destila
afabilidad. Pero también tiene su parte de drama. Me
lo pasé genial. Es
la peli que se cansó de hacer Spielberg. Han tenido que venir los suecos
para resucitar los OVNIS y las conspiraciones del gobierno. Sputnik
(Denise) era una niña cuando su padre desapareció en la montaña mientras
buscaba OVNIS. Ahora, años después, un coche que parece caído del cielo puede
ser una pista para entender fenómenos extraños. Es
interesante ver a todos esos personajes que quieren creer. Fracaso tras fracaso
en la búsqueda, rencillas, enfrentamientos y vuelta a creer, a buscar una nueva
razón para poder hacerlo. Y, en el fondo, lo único que quieren es un lugar
donde los bichos raros puedan estar juntos. La asociación ufológica es un
pegamento tenue que mantiene la cohesión cuanto más lejos estén de lo que
creen. Lo importante es reunirse para tomar café y galletas. Las pruebas no
hacen más que perturbar la única razón de la asociación: ahuyentar la
aterradora soledad. Y
pese a todo hay que tener fe y lanzarse a hacer la mayor locura. Completamos
con una persecución automovilística bastante lograda y un final de
ciencia-ficción hard que recuerda a Nolan
cuando hacía buenas pelis de ciencia-ficción. No
me esperaba algo tan redondo. Muy bien. Dirige
un colectivo de directores llamado Crazy Pictures. Pues que me den más.
Normalmente
en toda película de ciencia-ficción que se precia existe un drama humano que
otorga profundidad a los personajes. Esta película francesa lo hace al revés,
es decir, se trata de un drama familiar al que añaden un toque de
ciencia-ficción por alguna razón que sólo el director conoce. Advierto
que no está del todo mal. Sobre todo porque una vez que empieza la lluvia ácida
hay un manejo de la tensión logradísimo. Es lo mejor de toda la película.
Además tiene un par de secuencias visualmente muy poderosas. Pero
el problema está en ese drama familiar. Simplemente exponerlo se lleva media
hora de la película. Tal vez eso da una idea de cuál es el verdadero interés
del director. Por otra parte, mientras la ves, eres consciente de que el final
no va a estar muy cerrado. Y se confirma. Es un final totalmente abierto donde
se acentúa la importancia de la relación familiar. Pero
ahí está el verdadero problema: no es un cierre para la trama de
ciencia-ficción porque nadie sabe qué hacer contra la lluvia ácida, pero es que
tampoco es un cierre para el drama. La película pudo durar menos o seguir,
arbitrariamente. No hay razón alguna para detenerse donde lo han hecho, pero
igual pudieron terminar antes. En
ese sentido me ha decepcionado un poco porque ni siquiera saben terminar su
propuesta principal. Pese
a todo, como digo, tiene imágenes llamativas y secuencias de tensión muy
logradas, de modo que no vas a aburrirte.
Wilson,
asesino a sueldo, llega a Fuerteventura por motivos de trabajo. El tipo al que
debe dar matarile no está. Decide esperar a que llegue su objetivo y se va
enamorando del paisaje volcánico y el ritmo indolente de la vida. Gonzalo
López-Gallego ha arriesgado muchísimo. Imagino que es consciente de que su película no
es comercial, que no tendrá éxito alguno. Es un thriller lento, lentísimo, muy bien hecho en sus aspectos técnicos
pero con todo en contra del espectador: ritmo pausado, poquísimos diálogos,
final desolador (una patada a lo que uno espera), mensaje deprimente… Ian McShane es el protagonista.
Gran parte del metraje transcurre en idas y venidas por la isla. Conocerá a
Gloria (Nora Amezeder) que será el segundo personaje más importante de
la historia. Sinceramente:
creo que López-Gallego ha realizado la película sólo para darle espacio
a esa secuencia de Me olvidé de vivir
de Julio Iglesias. Carretera, faros apagados, cielo estrellado… Lo demás
son meros añadidos, en mi opinión, para poder convertir ese momento en película.
Bueno, y traer a Fanny Ardant sólo para que baile con McShane se
acerca a la mitomanía. Pero no me quejo. La
trama del niño sí que me sobra. Entiendo que quiere dotar a Wilson de humanidad
y aportar alguna metáfora, pero no está logrado en mi opinión y no aporta
mucho. Yo
la he disfrutado. Me adapté a su ritmo letárgico, me dejé llevar, aprecié su
maravillosa fotografía y ese estilo tan depurado y seguro de sí mismo. El
final me sentó fatal, como a todos, pero es lo que hay. Una
peli muy de autor.
Cuando
te acercas a una película policiaca de serie B, de presupuesto ajustadito,
sospechas que verás algo genérico. Cult
Killer no lo es. Me sorprende lo poco valorada que está porque hay
ideas. Indudablemente tiene sus problemas de ejecución, pero también muchísimas
cosas buenas. Para
empezar es una trama muy poco convencional. Resulta bastante original el
planteamiento, tanto de los crímenes como de la investigación. Podríamos decir
que hay dos capas de criminales y dos capas de investigadores. El modo en que
se relaciona todo ello no es la del manual. Me
gusta que nos suelte en medio de la historia para que vayamos recomponiendo los
huecos. Me gusta Antonio Banderas aunque últimamente lo contratan
siempre para matarle. Me gustan muchísimo esas conversaciones telefónicas entre
investigadora y asesina, con pantalla partida de formas diferentes. En general
me gustan todos los personajes. Tampoco
es habitual encontrarnos con mujeres psicópatas y aquí nos ofrecen alguna
cosita a tener en cuenta. Un
drama criminal atípico, con ciertos vericuetos que pueden convencer más o
menos, pero muy interesante por salirse de los caminos más trillados. Y,
cuando la violencia debe ser atroz, no se cortan lo más mínimo. Hay momentos
bastante cafres. No
te deja con buen cuerpo del todo. El final se las trae.
1.
Han pasado 462 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Better Call Saul. 53
nominaciones a los Emmy y no ganó ninguno. Tal y como está Hollywood creo que
es otro mérito. No se plegó nunca a chorradas, hizo lo que quiso y fue más
inteligente que cualquiera de las premiadas. 3.
Otra vez. Lo que todo el mundo sabía menos Disney. Sacar Soul en cines,
3 años después del estreno, fue un desastre. 4.
La serie Vera se hizo para
contar la historia de una policía a punto de jubilarse. Brenda Blethyn
era perfecta porque tenía 64 años. Han pasado 13 años, 13 temporadas, Blethyn
tiene ya 77 tacos encima y sigue a punto de jubilarse como policía. Como los
médicos españoles. A veces el éxito provoca situaciones extrañas. 5.
Hice muchísimos esfuerzos con Zorro
pero no acabé el capítulo 3. Se supone que Zorro es una serie de aventuras, no una telenovela. Y es
telenovela por presupuesto, trama, diálogos, interpretaciones…El audio es un horror. De lo peor que oído en
mi vida. Aún peor que Memento Mori. 6.
Almodóvar se apuntó a protestar contra Milei y sus recortes a las
subvenciones del cine argentino. Quizá tiene razón. Pero estaría mejor que el
cine español protestara contra el ICAA. Todito dinero público y con una web que
da pena, la pobre. ¿Avance de largometrajes? Está en 2022. ¿Anuario de cine?
Estancado en 2021. ¿Catálogos? De nuevo 2021. Y ya sabes lo que pasa con la
información de taquilla semanal de acceso público… ¡Y estoy hablando de la
página del Ministerio de Cultura! Igual quitar ese dinero de ahí y ponerlo en
otro sitio sí que es buena idea. (Y qué diseño más viejuno y terrible).
-Era
mejor no darle muchas vueltas. La
trama de Golpe de suerte es la
misma que la de Vidas pasadas
pero en versión Woody Allen. Es decir: justo al revés. Con gente
inconscientemente frívola tomando las decisiones más inadecuadas. Están
ella, el marido y el extranjero que reaparece después de muchos años, el chico
del instituto que, en secreto estuvo colado por ella. Lo que pudo ser, sí, como
en Vidas pasadas, pero aquí no
se conformarán con el azar, el destino o lo que sea que hay. Aquí querrán que
sus deseos se cumplan. Si es preciso con algún asesinato. Hay
una cosa que me gusta mucho en esta película: la claridad de raciocinio con que
Fanny analiza su adulterio. Estudia en cada paso los errores que está
cometiendo, se conoce bien, percibe la situación por completo. Sabe con
clarividencia total que está cometiendo un error. Y pese a todo cede a él. No
se excusa ni se engaña. De ahí que la culpa sea tan contundente. También
me gusta cómo surge la persona que investiga. Es fluido, un poco inesperado. La
aparición del detective aficionado está bastante lograda. La
primera escena de caza, apenas unos segundos, es una de las peor rodadas que he
visto en mi vida. Woody Allen no sabe ni lo que significa el verbo
cazar. Y le da igual. Sólo le interesa asentar que ese tipo caza. La secuencia
del asesinato me parece muy bien rodada. Una elipsis lograda y un montaje de
diversos escenarios y acciones... Luego
viene lo que a mucha gente se le olvida: las consecuencias. No
hay humor. No es el Woody Allen chispeante, ocurrente, bromista. Los
diálogos siguen siendo buenos y ágiles pero ha suprimido la comedia casi en
toda la película. Eso no es ni bueno ni malo. Está en su derecho. La peli es
suya. Pero yo lo he echado de menos. Me habría gustado ver a Valérie
Lemercier hacer un poco más el ganso. Me
sorprendió que hubiera tantos travelling
en el interior de las casas, deslizándose atrás y adelante en pasillos
agobiantes.
Kaurismaki vuelve a rodar la
misma película de siempre y eso está muy bien. Yo me encuentro muy a gusto
contemplando esas escenas pausadas. Es como ir a un museo para contemplar
cuadros que de vez en cuando se mueven un poco y hablan algo menos. Y,
como siempre, sus historias tratan de gente que vive en un estado de perpetua
tristeza y los distintos modos de sobrellevarlo. Ansa y Holappa se conocen y se
van a conocer un poco mejor aunque la vida pondrá sus tropiezos. Sus tropiezos
ridículos, absurdos, clichés, pero es el humor que Kaurismaki maneja:
envuelve todo en un profundo laconismo y los personajes pronuncian frases que
apenas tienen sentido. Me
encanta esa escena en la que van al cine. Porque, ¿qué peli le molaría a Kaurismaki
aparte de las suyas? Pues obviamente las de Jim Jarmusch. Y ahí tenemos
a Ansa y Holappa viendo los zombis de Los muertos no mueren. Pero lo mejor viene después: los comentarios que
hacen dos cinéfilos a la salida y lo que opina Ansa del film. Todo muy serio y
yo muriéndome de risa. Kaurismaki se ríe de nosotros, de
él y se copia a sí mismo. Ese tramo final es el inicio de Un hombre sin pasado. Algo
absolutamente forzado, pero le importa un pimiento porque se trata de que en un
mundo aplastado por la tristeza haya un rayo de esperanza. Su
fotografía también es la de siempre, con esos colores cálidos y pastel con
sombras fuertes. Y la selección musical no está nada mal. Ah.
Y 80 minutos. A ver si los directores se fijan un poco en él, que para contar
lo que cuentan la mayoría de ellos…
En
algunas ocasiones la idea de partida es tan buena que sabes que acabarás
decepcionado. Estación Espacial Internacional. Tres rusos y tres americanos.
Desde allí contemplan cómo estalla la guerra en la Tierra. Y casi de inmediato
les llegan órdenes en paralelo para hacerse con el mando de la Estación. Un
poco de ciencia-ficción, otro poco de geopolítica, una relación romántica que
cruza fronteras, algo de drama y otra pizca de acción. Analizar
cada uno de esos aspectos llevaría demasiados renglones. Digamos que ninguno da
tanto como esperas, pero su potencial es tan bueno que sigues la película con
interés. Se maneja bien la tensión y lo que en esencia es una obra de 6
personajes logra evadirse de las ataduras teatrales. No
profundiza mucho en la cuestión política porque nunca llegaremos a saber
realmente qué ha pasado, el conflicto romántico es interesante porque rompe la
idea de los dos bandos, las escasas peleas que hay son interesantes. En
gravedad cero enzarzarte en una pelea es claramente diferente a hacerlo en un 1
g. Desde
luego no podemos decir que hable muy bien de la naturaleza humana, pero al
menos es bastante coherente con las motivaciones de los diversos personajes
para actuar como lo hacen. Y deja un resquicio de esperanza. No
hay grandes alardes de cámara. No esperes una Gravity o algo parecido. Se deja ver fácilmente y no resulta
aburrida. Pero está claro que la peli lleva latente algo que debió ser más
poderoso a nivel emocional y dramático.
-Pongan
una chica y háganla gay. Y que sea patética. Creo
que solamente había visto el primer episodio de South Park, allá cuando se estrenó en el siglo pasado. Pero
este mediometraje ha sido tan comentado y citado que casi resultaba
obligatorio. ¿Es
gracioso? No sé qué decir. Porque es absolutamente real. Es terrorífico tener
que emplear el sarcasmo de una película de animación para poder expresar todo lo
que está mal en Disney, en las ideologías políticamente correctas, en el mundo.
Hay que usar esa acidez animada para camuflar la verdad y que no te cancelen.
Así puedes decir: es un chiste, es una broma, son dibujos animados. Pero
es la realidad. La
cuestión es que Trey Parker y Matt Stone se dedican a soltar una
serie de puñaladas (verdades como puños) al Disney contemporáneo, a las pifias
de Kathleen Kennedy, a la sumisión de Bob Iger a los
inversionistas, a cómo la ideología woke
destruye las historias y cómo el multiverso hace lo propio con los guiones:
hagamos siempre la misma película con moralina progre y el mínimo esfuerzo
posible. De
paso, construyen una segunda trama en paralelo, sacudiendo a la Universidad, su
alejamiento del mundo real, su desconexión del mundo laboral y de las empresas.
En el fondo, como hemos visto últimamente con la dimisión de la rectora de
Harvard, es el mismo tema: la Ivy League está tan obsesionada en difundir la
ideología woke que pierde alumnos,
ingresos e inversiones a raudales. ¿Es divertida esa crítica? No sé. De nuevo:
es aterradoramente real. Me
gusta el chapuzas enseñando hucha,
con abrigo de pieles y camiseta de Waffle
House. El
capítulo acaba con un final feliz, una propuesta bastante sabia y constructiva
que, por desgracia, no ha ocurrido. Tal
vez en un universo paralelo. No en éste.
Rudolf
Höss y su familia viven en una preciosa parcelita. Tres lados dan a la campiña,
el cuarto lado al campo de concentración de Auschwitz. Pueden oír los gritos,
ver el humo de los hornos crematorios, oler el horror. Pero les da igual. Comen,
beben, reciben visitas, se divierten. Ciegos, sordos y mudos a lo que ocurre al
otro lado de ese muro. La
idea que intenta transmitir la película es la espeluznante frivolidad e
indiferencia ante el dolor humano. Y lo logra. Es incómoda, es desagradable, es
perturbadora. Ahora
bien: esto daba para media hora. Es aburrida porque no hay trama, no hay
historia, no hay desarrollo de personajes. No es sutil (aunque leo muchos
comentarios que dicen que lo es), es de una obviedad absoluta. La
idea de Glazer da para lo que da y trata de sostener el resto del
metraje con cuestiones estéticas: movimientos de cámara, una labor de sonido
verdaderamente buena, algún juego interesante de montaje… Pero me parece que, realmente, no
hay narración. Es una exposición somera que se agota enseguida y poco más que
aportar. Y
esa idea de la indiferencia hacia el otro deberíamos experimentarla en
nosotros. Deberíamos ser la familia Höss: ¿qué pasa al otro lado de nuestra
pared, a nuestros vecinos, cómo experimentamos el dolor humano que tenemos a
nuestro lado y que tantas veces ignoramos? Y eso tampoco sabe transmitirlo. El
mensaje de la película parece más una justificación (no soy tan malo como ellos)
que una implicación. Los Höss eran malvados y nosotros podemos tranquilizar la
conciencia. ¿Seguro? No
sé. Quizá me equivoco en la apreciación de la película pero no acabó de
convencerme. Realmente pienso que es una idea para media hora. O que necesita
un director mejor para desarrollarla.
1.
Han pasado 455 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Con el revuelo de la lista de Epstein se entiende mejor el caldo de
cultivo que atacaba a Sound of Freedom.
Y los que la defendían: ha sido la 9ª película con más recaudación en EEUU en
2023 (184 millones). 3.
Por primera vez en la historia, los premios Annie
de animación, no han nominado a ninguna peli de Disney como mejor película.
Significativo, ¿eh? 4.
Danny Boyle y Alex Garland se unen para realizar 28 años después. Y casi me da un
infarto porque pensé que habían pasado 28 años desde 28 días después. Y no. Pero han pasado un montón. Son dos
directores muy diferentes. A ver qué tal trabajan juntos. 5.
Las pelis canceladas de Star Wars.
Guillermo del Toro dice que la suya tenía un protagonista sorprendente. David
S. Goyer dice que la suya tenía a un villano de protagonista. Los
directores de Juego de Tronos
dicen que la suya iba del primer sable láser. La de Patty Jenkins se
canceló porque no era suficientemente feminista. La de Waititi porque era
un cachondeo. La de Kevin Feige no se sabe. Shawn Levy dice que
dirigirá una pero parece que es una ocurrencia suya. Rian Johnson dice
que su trilogía nisiquiera llegó a
escribirse. Zack Snyder, en fin, ya sabemos por qué. ¿Y tú? Cuéntanos porque
cancelaron la peli de Star Wars que ibas a dirigir.
-Sinceramente:
¿qué sentido tiene ser multimillonaria si no puedo conseguir que maten a
alguien? Dorothy
Lyon, ama de casa, es secuestrada por unos tipos. No sabemos por qué. Pronto descubriremos
que Dorothy tiene muchos recursos. Me
encanta Jennifer Jason Leigh y su enorme cuadro del despacho que dice:
No. Ya
tuvimos OVNIS, así que no pasa nada si, para contarnos el pasado de un asesino,
nos remontamos a 500 años atrás. Noah Hawley se saca de la manga unas
paridas… Muy
bien la secuencia final. Pero
ahí acaba lo bueno. No
me gusta el comienzo del 1x04. Fargo se caracterizó por ser un lugar de
violencia extravagante. Este capítulo con Halloween, tan manoseado… Esperaba
que encontraran originalidad en ello, pero no. Es muy rutinario y está
torpemente resuelto. El
ritmo es rarísimo. Las escenas de acción transcurren despacio. En el 1x05
vemos, probablemente, la fuga más rápida de una habitación psiquiátrica, pero sin
prisa. El comienzo parece ser una declaración de intenciones, con esa batalla
de padres en cámara lenta. Pero
lo que menos me gusta es su tono moralizante. ¿Por qué Fargo es moralizante? Una secuencia como la de las marionetas,
que debería ser la más simbólica, es la más explícita. ¿No
tienes la sensación de que sobran 7 capítulos, que después del capítulo 2 ya
era hora de ir cerrando tramas en lugar de enredarse en ellas? Ese duelo entre
el hijo del sheriff y el asesino “medieval” pudo ser algo magnífico con el desarrollo
adecuado. Y es tan cansino en su repetición… El encuentro entre Jon Hamm
y Juno Temple en el hospital debió desembocar en el final, ¡y aún quedan
3 capítulos! Y
hay cosas muy raras como temas musicales que parecen aleatorios o cambios
caprichosos en el formato de pantalla que no significan nada. Y ese final a lo
Waco tampoco es muy del espíritu de Fargo. Esta
temporada no me ha gustado. Y me aburrió en bastantes ocasiones.
-Me
llamo Vikram Rathore Él
solito va a arreglar la India: las deudas de los agricultores, la sanidad
pública, industrias sin seguridad, pondrá en el trullo a los ministros
corruptos, los mafiosos, fabricantes de armas… Vikram Rathore es lo que
necesitamos en este país. En todos. No
tiene sentido evaluar este tipo de películas indias con los criterios
habituales. La trama es de cuento de hadas, las soluciones ñoñas, jamás se
toman las interpretaciones en serio… Sólo quieren ver un final feliz precedido
de bailes y acción y romance. Da igual cómo lo encajes, da igual si no encaja.
Es más: parece que, cuanto más inverosímil, mejor. Las
escenas de acción son un más difícil todavía, el único límite es la fantasía:
si pueden imaginarlo les sirve. Esa cámara lenta, ese frenesí, esa moto con ese
puro… Y todo explota y muchos lloran y venga otro baile multitudinario. Es el
melodrama reconvertido en épica descomunal para transformarse en algo cursi y
emocionalmente satisfactorio. A
ver. Un alcaide que usa a sus prisioneras para operaciones criminales
(justicieras) ya debería hacernos cuestionar algunas cosas. Pero como va a más,
como se vuelve más loca a cada paso, el inicio ya no parece tan demencial y
dices: ah, pues será normal. Y esa boda sube la apuesta y siguen pirueta tras
pirueta sin frenarse en ningún momento. Porque da igual. Hemos venido a quedar
satisfechos. Y
lo mismo te recuerda a La casa de
papel que a El rey león
(dos veces, flipas) o persecuciones en autopistas que sólo pasaban en Matrix o silbidos que se parecen
sospechosamente a El bueno, el feo y
el malo. Shah Rukh Khan interpreta a dos
personajes: el padre y el hijo. Y qué bien se lo pasa. 2
horas y 50 minutos: la mayor campaña publicitaria para decir: VOTA.
Creo
que no pasaba nada por traducir la película como El apicultor. Y ahorrarse lo del protector también sería bueno porque seguro que, a lo largo del
año, habrá otras dos o tres películas que lo necesitan. Vamos
al grano que hay mucho que hacer: mala. David Ayer vuelve a filmar y
firmar otra película de acción en la que arrastra los resabios (malos) de Escuadrón suicida. Es decir:
fotografía psicodélica (rosas y azules, por favor) y villanos horteras a más no
poder. La
trama: la de John Wick ejecutada
sin gracia ni don. A
pesar de todo pienso que puede valer para los que buscan la acción por la
acción (admito que no aburre) sin preocuparse de si es verosímil o racional
(que no lo es). No
iba a decir nada más pero es que lo de los villanos, de verdad, pero qué nivel
de extravagancia… Si Statham va en plan serio, ¿por qué los malos son
chistes, caricaturas, casi dibujos animados?
1.
Han pasado 448 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
El problema de los tres cuerpos
ya tiene fecha de estreno: 21 de marzo. Apresúrate a ver la versión China (The Three-Body Problem) antes de que
Hollywood te estropee la historia. Los 30 capítulos los tienes disponibles en
Youtube (subtis en inglés pero también se pueden encontrar por ahí en español). 3.
Pues ya salió Echo y lo de
siempre: los espectadores piensan que es malísima, a Marvel le da igual, Disney
mete otra serie al catálogo que es de lo que se trata, los responsables acusan
de racistas y machistas a… Perdón: ¿a quienes la ven o a quienes no la ven? Y
yo me pregunto: ¿cuánto va a durar esto? ¿Por qué la gente aún pica? Disney
está muerta pero aún no lo sabe. Dejémosla morir sin ensañamiento presencial.
-Es
hijo de un primo de O Cebreiro. Mi
intención inicial era ver esta película durante las Navidades, que parece
adecuado. Pero otras ocuparon su espacio. Me arrepiento de no haberlo hecho
porque ¡Salta!, pese a sus
apariencias más superficiales, es una gran película. ¿Por
qué se fue de casa la madre de Óscar y Teo? Hay dos teorías. La primera dice
que se largó con un tipo del trabajo, casado. La segunda teoría dice que se
perdió en un agujero de gusano. Estamos
en Galicia, en el año 1989 y la fotografía emula el cine infantil de aquella
época. Eso puede despistarnos pero lo cierto es que Olga Osorio tiene un
control impresionante de la cámara y un excelente sentido espacial. Por ejemplo
esa cámara fija, enfocando dos ambientes del piso, te hace pensar en El apartamento. No son cosas
llamativas pero tiene una enorme precisión para usar travelling laterales, planos cenitales, encuadres, juegos con
espejos… Pequeños elementos que pueden pasar desapercibidos en una película de
bajo presupuesto pero que elevan más aún su valor. Y
de nuevo los años 80 se convierten en el escenario perfecto para que arranque
otra aventura adolescente a lo Stranger
Things, a los Los Goonies.
Aunque vete tú a saber dónde irá a parar. Muy
bien la relación entre los hermanos en 2022 y ese modo de conjugar drama,
comedia, aventura y ciencia-ficción. No
sólo hay agujeros de gusano. También de guión. Haberlos haylos. Sobre todo lo
que ocurre en 1949. Ahí tenemos que aceptar demasiadas cosas y muy
apresuradamente. Pero especialmente está la cuestión de cómo salen de allí. En
cualquier caso es una película para público amplio, muy entretenida y que, pese
a sus defectos, sorprende por su trama y su buen hacer. Quédate a ver los
créditos finales. No me importaría un ¡Salta!
2.
-La
ayahuasca muestra todo su potencial después de ingerirla en repetidas
ocasiones. Berto Romero hace una serie extraña
que le sale bien. Digo extraña porque no sé muy bien lo que pretende. Me parece
que quiere hablar acerca de la honradez de los medios de comunicación, de dar
información veraz. Si esa es la intención (que no estoy seguro) me parece un
poco hipócrita. Si
no me fijo en el mensaje, sólo en la serie en sí y en la trama, me resulta
bastante atractiva, más que nada por unos personajes muy normales situados en
una situación muy loca. Berto es un periodista de la
parapsicología; María Botto, sorprendiendo siempre con su arrolladora
naturalidad, es la madre asediada por espíritus; Nacho Vigalondo está
estupendo en lo que podríamos llamar el villano de la historia pero que tiene
su vuelta; Eva Ugarte es una productora superada por los acontecimientos
y Andreu Buenafuente es el fantasma (más o menos) que aprovecha que
murió hace tiempo para soltar todo tipo de inconveniencias políticamente
incorrectas. Todos
ellos son personajes muy bien escritos, sorprendentemente creíbles. La comedia
surge de ahí: de cómo se comportan con naturalidad en medio de lo insólito. A Berto
Romero le funciona bien esa suave comedia cotidiana y, curiosamente, también
le funciona muy bien el terror cuando se pone a ello. Son
6 capítulos de una media hora (varios minutos arriba o abajo) con buen ritmo.
El arranque del 1x03 me pareció especialmente bueno, con ese frenesí de la
noticia saltando a medios de comunicación y redes sociales.
De
verdad que traducir The Bricklayer
directamente como El albañil habría
estado bien. Renny Harlin hace las pelis para
él. Le da igual el público. Está esperando que alguien le dé dinero para poner
los planos que le gustan. Imaginemos que quiere poner a Aaron Eckhart
levantando la persiana metálica de un almacén mientras llamas gigantescas arden
a sus espaldas. Pues le da igual el guión, el montaje, la cronología temporal…
Él lo pone porque le apetece y punto. Renny Harlin es un director
mercenario en el buen sentido de la palabra. Le dan dinero para poner los
planos que a él le gustan y va donde sea. Ha dirigido películas para Estados
Unidos, Bulgaria, Finlandia, Hong Kong, China, Inglaterra… Si le pagan para
hacer lo que le gusta, viaja a donde haga falta. Creo
que es consciente de que no es un buen director. Creo que es consciente de que
es un buen albañil de la cinematografía. Coge guiones malos y a veces logra
convertirlos en decentes. Y entretenidos. Sin mucho sentido, pero entretenidos. Es
una trama de espías que apenas se sostiene. Un ex espía de la CIA mata
periodistas para incriminar a la CIA. Así que la CIA envía a otro ex espía,
amigo del primero, para que arregle las cosas. Preferiblemente a tiros. Está
Tim Blake Nelson de director de la CIA (esto fue inesperado) y Nina
Dobrev haciendo como que vigila a Aaron Eckhart, pero sin correa. Creo
que se deja ver si no la piensas mucho. No vas a encontrar Versalles pero el
albañil sabe cuál es la función de un ladrillo.
-Cada
película de Haneke vendida, hace el mundo un poco peor. Dani
es guionista y va de productora en productora tratando de vender su último
guión: Los Pactos de la Moncloa: El
musical. La
película dura 60 minutos y es bastante entretenidilla. Pero no sólo eso. También
es buena. ¿Por qué he descubierto ahora esta película de 2013? Ocho apellidos marroquís es un guión
de Daniel Castro e Ilusión
es suya. Cómo una cosa lleva a la otra no lo tengo muy claro, pero atravesó por
un amigo (gracias, Juan Carlos) y aterrizó. Lo
que más me interesa de Ilusión
es su “decoración”. La puesta en escena. Las luces navideñas de Madrid, las
fotos en las paredes, leer Walden
en el Estanque del Retiro, el póster de Annie
Hall… Todo está muy pensado. Todo tiene una carga de contenido extra,
valor añadido, que aporta mucha riqueza al personaje. Las
actuaciones no van muy allá. Creo que ni lo intentan, que no ponen mucho
esfuerzo. Tienen la intención de desdramatizar lo más posible un relato que, en
realidad es bastante traumático. Somos conscientes en todo momento de estar
ante un artificio: mirar a la cámara mientras se dictan e-mails, hablar al oído
del otro sin necesidad alguna… Está
llena de referencias cinematográficas.
¿Qué quieren contar? Pues que más comedias y menos tragedias. La verdad es que
a Haneke le sacuden bastante. No hay risas de carcajada, pero es amable, divertida
y muy simpática.
-Hay
mucho potencial para el incesto aquí. Mafias
irlandeses, aviones hundidos con maletines misteriosos, tarados de Australia e
Irlanda, asesinatos, palizas y mucha aventura violenta y loca. Era
dificilísimo arrancar la segunda temporada en el punto en que quedó la primera.
Astutamente inician la historia 14 meses después, con Helen y Elliot en un tren
que recorre el sudeste asiático y con la intención de ir a Irlanda para
averiguar el pasado de Elliot. Antes
de que se cumplan 10 minutos de serie ya le han dado una paliza. Y a partir de
ahí, casi cada personaje que conozcamos, será un rarito con alguna perturbación
mental bien gorda, desde el niño que mira mujeres fijamente a la madre de
Elliot, pasando por el poli, el Garda. Y no sabrás si reír o llorar. Yo me río,
pero… Me
gustó mucho el personaje de Fergal. El
final del 2x04 me dejó en shock. En cualquier otra serie no habría problema
alguno. “Sabes” qué personajes no mueren aunque veamos cómo les cortan la
cabeza. Aquí “quise” creer que tampoco sucedería. Pero no estaba seguro porque
en esta serie se atreven a todo. Tuve que saltar de inmediato al 2x05 para
averiguar qué sucedía. Y eso no lo hago casi nunca. De hecho, con frecuencia, me
detengo en los momentos de máxima tensión, hago otra cosa y vuelvo. Porque me
interesa más la cinematografía que la trama en sí. Y en el 5 está ese irritante
y maravilloso pitido del horno. Acaba
la historia de modo muy prometedor: el archivo que se quema nos deja ver a los
espectadores (no a los protagonistas) otra faceta de la vida de Elliot. Que ya
no es Elliot. Pierde
de modo inevitable el factor sorpresa de la primera temporada pero sigue siendo
muy entretenida. Espero con ganas una tercera temporada.
-El
cadáver elige al policía. ¿Sabes
esas pelis en las que el poli tiene más traumas que el asesino al que persigue?
Pues eso. Nos presentan a esta subcomisaria taiwanesa en el momento en que está
a punto de pegarse un tiro en la cabeza. Pero
el cadáver de una inmigrante ilegal la elige. La
película tiene unas cuantas cosas interesantes. La trama no es muy original
pues se trata de atrapar a un asesino en serie a través de una investigación no
demasiado compleja, pero está muy bien dirigida, montada y decentemente
fotografiada. La edición resulta especialmente llamativa: imágenes breves a modo
de recuerdos, imaginaciones, flashback,
a veces no sabes si es el presente o el pasado, cortes abruptos, cruces de
escenarios… Lo mejor es cómo se nos cuenta el pasado del asesino a través del
montaje, sin palabras, solamente imágenes fragmentadas que nos hacen entender
su pasado. Y
tiene algunas escenas bastante fuertes (ese puñal en el corazón),
ocasionalmente sórdidas (la minuciosidad de la autopsia) y a veces
extraordinariamente perturbadoras (la galería de fotos). Las interpretaciones
son sólidas. La poli novata está demasiado exagerada en su torpeza pero no
llega a preocupar, más bien es un suave alivio cómico en un relato bastante
opresivo. Una
policiaca sin sorpresas pero plenamente efectiva y un poquito por encima de la
media. Siempre está bien ver los enfoques de cinematografías poco comunes.
1.
Han pasado 441 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Le preguntaron a Barack Obama
cuáles eran las mejores películas de 2023. Rustin, American
Symphony y Dejar el mundo
atrás. Se da la coincidencia de que las tres las produjo él. De verdad
que deberían hacer un test de egolatría a los presidentes de los gobiernos. 3.
¿Lo más visto de Netflix estas navidades? Chimenea en tu hogar. 60 minutos contemplando una chimenea. Al
parecer hay otra versión en la que se oye crepitar la madera: Chimenea en tu hogar: Los chisporroteos de
la madera de abedul. 4.
Mickey Mouse pasa a ser de dominio público. Y ahora empezarán las demandas
porque sigue con copyright y unos dirán una cosa, Disney otra y los jueces…
Harry
Bhavsar está tranquilo en la casa de campo de sus padres cuando descubre que en
internet lo acusan de ser el terrorista que ha puesto una bomba en el metro. La
primera parte de la película me pareció interesante. Creo que está muy bien
montada y muestra cómo empieza un rumor, cómo unos cuantos se lo creen, cómo la
noticia falsa crece y la apoya cada vez más gente… Fue mi parte favorita. Eres
una persona normal y corriente y, de repente, te has convertido en un objetivo
sin razón real alguna. La
segunda parte, en la casa, flojea. Esa situación de asalto en tu casa carece de
ideas. La secuencia se prolonga simplemente porque hay que hacerlo para llegar
a la hora y media de metraje. Pero está claro que son minutos que no sabían
cómo llenar. La
última parte, en casa de la señora Daly, vuelve a subir el nivel. La tensión sí
se sostiene con ideas y culmina en secuencias muy fuertes de violencia. La
película trata de mostrar los peligros de las noticias falsas en internet, lo
fácil que es crear un clima de opinión pública sin que exista fundamento
alguno, lo peligroso que es acusar a alguien sin pruebas objetivas. Podría
haber sido más incisiva desde las ideas, pero creo que logra su objetivo con un
ejemplo impactante. Quiero decir que tal vez pudo ser más profunda en su
análisis pero hay que agradecerle que no sea adoctrinadora: un “testimonio” bestia
es el mejor ejemplo. Buena
interpretación de Chaneil Kular. Tiene que manejar un montón de
registros.
-Por
mis dos compañeros improbables en esta isla nevada. Interesante
comienzo, indicándote que lo importante es el texto porque, recuerden, en el
principio era el Verbo. Y, ahí, el texto (San Juan) es muy simbólico. De
modo que prestar atención al texto significa que hay que prestar atención al
fondo. El
texto, pues: Barton, un prestigioso internado de bachilleres en 1970. Al llegar
la Navidad 5 alumnos se quedan junto con una cocinera y un profesor. El
fondo: historias de soledad y lo que sucede cuando juntas varias soledades. Alexander
Payne
se deshace hábilmente de lo que le sobra para centrarse en tres personajes de
enorme riqueza. El chico, Tully, lamenta la pérdida del padre. Da’Vine Joy
Randolph, la cocinera negra, lamenta la pérdida del hijo. En mi opinión el
fondo de la película es averiguar qué pérdida lamenta el amargado y complejo Paul
Giamatti. Tres soledades se enlazan y las conexiones producen efectos
inesperados. Payne logra adentrarse
profundamente en el alma de los tres. Y entre drama y drama (hay momentos
dolorosos) aparece Carrie Preston. Su exuberante personalidad
arrolladora sitúa a los protagonistas en lugares inesperados. Donde no querían
pero debían estar. Lo
curioso es que con toda la tristeza que contienen esos personajes logra que
sobrevuele el humor. A veces sutil, a veces irónico, a veces directo… Unas
veces más físico y otras más intelectual. Me encanta la secuencia del gimnasio
(el Rubicón), su antes y después. Hay sabiduría en ese tratar la tristeza con
liviandad, saber que no conocemos el sufrimiento de los demás, relativizar
nuestras heridas para seguir adelante. Payne ambienta su historia
en el salto de 1970 a 1971 y para ser fiel cambia el tradicional formato de
pantalla actual, la fotografía emula aquellos tonos y granos e incluso coloca
una notificación de derechos de autor del año 71 en los créditos iniciales. Payne
se toma las bromas muy en serio. O al revés.
La
película va de más a menos. Y acaba bastante abajo, en mi opinión. Una
familia vive aislada en los bosques de Michigan. La hija pequeña, Helena,
descubrirá, cuando aparece un extraño, que en realidad ella y su madre estaban
secuestradas. 20 años después Helena ha rehecho su vida. Ese
arranque en los bosques me gusta. La familia y la ambigüedad de los personajes
son elementos bien construidos. Helena es una niña ingenua, adora a su padre,
cree que a su madre se le ha ido la cabeza, no entiende nada de secuestros… El
choque con la realidad funciona bastante bien. Luego
saltamos 20 años.Hay cosas que siguen
funcionando y otras que empiezan a hacer aguas. Ahí la psicología de los
personajes y las decisiones que toman me parecen raras o decididamente
absurdas. Hacen cosas para que el guión vaya por donde el director quiere. El
final es demasiado convencional y llegó a fatigarme ese que te pillo que me
escapo. Neil Burger vuelve a fracasar en
la dirección. La película consigue funcionar y resulta medianamente entretenida gracias a
las interpretaciones (Daisy Ridley está muy bien), a una muy buena
dirección de fotografía y a la atmósfera que crean. Pero está claro que había
material para hacer algo con más fuerza.