Bueno. Yo a Steven Soderbergh le quiero pero esta vez no le voy a perdonar.
Alice (Meryl Streep) es una escritora. Viaja en un crucero con su sobrino (Lucas Hedges), sus dos amigas (Candice Bergen y Dianne Wiest) y su agente literaria (Gemma Chan). Sabemos que hay mar de fondo con las dos amigas a las que hace mucho que no ve.
Y ya. La película es una sucesión de conversaciones triviales. Los caracteres de los protagonistas quedan pronto definidos y durante el metraje no hay evolución ni cambios ni más profundidad. Vueltas y vueltas a naderías.
No es que sea intelectual. Se podría hacer mucho con la literatura: motivaciones, sentido, aporte… Creo que lo menos que puede hacer una película así es moverte a leer un libro. O al menos que demuestre que hay alguna pasión detrás. Pero todo es muy aséptico. Y aunque se nos hable de un drama del pasado no vemos un reflejo real en pantalla. Es el problema del cine cuando todo se habla sin expresión filmográfica. ¿Dejarles hablar? No, por favor. Que no hablen más.
Está claro que tiene mucho de experimental. Pero ni siquiera sé sobre qué experimenta.
Agotadoramente insustancial.
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