De 12 van Oldenheim. Temporada 1

Pequeño pueblo holandés en el que empieza a desaparecer y morir gente.
Su principal mérito es que consigue mantener en equilibrio esa enorme cantidad de personajes bien definidos. Como los malabaristas que hacen bailar platos sobre una varilla, los guionistas se las apañan para que el movimiento sea continuo sin que se caiga el artefacto.
La sensación de multitud desconocida sólo dura un capítulo. La historia está bien montada y pronto sabemos quién es hijo, marido, esposa, abuela, padre… Relaciones familiares, de amistad y de enemistad. Profesiones, líos y todo lo que constituya la vida de un pueblo.
Regresa al lugar una joven, periodista de guerra, y meterá las narices en la investigación policial. Entre otras cosas porque las desapariciones hacen recaer sospechas sobre su familia.
Indudablemente lo peor de todo es la resolución. Demasiado inverosímil, un abracadabra que cuesta aceptar. Y eso que, si has visto bastante cine, ya habrás deducido quién es el culpable. Me parece que cometen un error al insistir tantas veces en la trampa porque termina por hacerse evidente.
En cualquier caso lo cierto es que resulta adictiva. Esa galería de personajes se va desplegando progresivamente y resulta adictiva y entretenida. Recomendable si estás dispuesto a perdonar el final.
Ahora me meteré con De 12 van Schouwendam. Mismos guionistas con otro pueblo, otros actores, otro misterio. Ya te contaré.