Los
superhéroes del planeta son secuestrados por extraterrestres y los hijos
tendrán que ir al rescate.
Superniños es tan mala como esperaba e incluso un poco más. Es una de esas cosas que Robert Rodríguez hace deliberadamente mal porque, por algún motivo, él las encuentra graciosas. Es la secuela spin-off, 15 años después, de Las aventuras de Sharkboy y Lavagirl que nadie había pedido.
Ahora
tendría que dar explicaciones de por qué la he visto sabiendo todo esto. Y esas
explicaciones las voy a dar. Es sencillo: tras The Mandalorian todos necesitamos una dosis de Pedro Pascal.
Terminó The Mandalorian y, por
suerte, tuvimos su presencia en Wonder
Woman 1984. Una semana después le tenemos aquí.
El verdadero problema es saber qué haremos la semana que viene, que no estrenan nada de Pedro Pascal.
La peli es una cosita kitsch con malos estúpidos (y giro final estúpido). Hay 10 niños con poderes (o 9 más 1 o quizá 8 más 2) mal presentados y mal aprovechados. La gente va y viene y hace cosas sin sentido. El ritmo se resiente y aunque no es larga podría haber durado 60 minutos menos sin perjuicio para nadie.
O no haber existido y nadie la echaría en falta.
Superniños es tan mala como esperaba e incluso un poco más. Es una de esas cosas que Robert Rodríguez hace deliberadamente mal porque, por algún motivo, él las encuentra graciosas. Es la secuela spin-off, 15 años después, de Las aventuras de Sharkboy y Lavagirl que nadie había pedido.
El verdadero problema es saber qué haremos la semana que viene, que no estrenan nada de Pedro Pascal.
La peli es una cosita kitsch con malos estúpidos (y giro final estúpido). Hay 10 niños con poderes (o 9 más 1 o quizá 8 más 2) mal presentados y mal aprovechados. La gente va y viene y hace cosas sin sentido. El ritmo se resiente y aunque no es larga podría haber durado 60 minutos menos sin perjuicio para nadie.
O no haber existido y nadie la echaría en falta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario