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Sarah es una mujer astronauta que se prepara para partir a Marte. La película cuenta los días de entrenamiento previos y su conflicto interno porque debe separarse de su hija pequeña.

Es una homenaje a las mujeres astronautas. No es una buena película. No creo que esto se deba contar así. Hay mucha cámara al hombro, con aire de documental. Pero jamás da la sensación de ser un documental. Es bastante detallada en lo que se refiere a los entrenamientos pero, dejando eso a un lado, no aporta gran cosa.

El drama entre lo profesional y lo personal era el punto fuerte de la película, la razón de ser. En ese sentido no resulta particularmente interesante, en gran medida por ese modo de dirigir. Queda muy fría cuando debería ser más emotiva. Y cuando busca la emoción se pone un poco sentimental.

Por mucho que se esfuerza en evitarlo acaba cayendo en el melodrama. Y eso no encaja para nada en los presupuestos estéticos.

Eva Green y Matt Dillon son los personajes principales. Ella sobre todo, claro. Pero ni siquiera nos llegamos a hacer cargo de cuál es su personalidad. Él está dibujado con un trazo grueso de ser machista y nada más. Ella quiere mucho a su hija pero no penetramos gran cosa en su psicología.

Los 110 minutos no ayudan.