16/4/20

Código 8


En la línea de Fast Color o Freaks es una peli de gente con superpoderes tratada en plan realismo social. Sus ideas de fondo son mucho mejores que su ejecución.
Nuestro protagonista es un eléctrico de nivel 5 que no encuentra trabajo. Su madre convive con cáncer y no puede operarse por falta de dinero. Así que él decide unirse a una red de atracadores también con superpoderes. Al mismo tiempo circula una droga que se extrae del líquido cefalorraquídeo de los súper.
Se podría haber rascado bastante en la condición de esas personas que, dotadas de poderes especiales, son despreciadas por la sociedad. Sin alternativas, sobreviven como pueden. Por ejemplo la hija del poli. Se queda en una anecdotilla cuando pudo convertirse en una parte importante de la trama. Todo ese universo alternativo se queda sin profundidad.
A partir de cierto momento, la película olvida cuál es el tema central y dedica una cantidad exorbitada de tiempo a narrar una serie de atracos que, en realidad, no tienen mucha importancia ni, con superpoderes, mucha gracia.
Es una pena. El arranque es bueno, sugerente. Luego empieza a decaer cuando se prolonga en exceso toda esa trama en busca de un golpe que les facilite mucho dinero. Vuelve a remontar en los últimos minutos pero no tiene ni el ritmo ni el nivel de los referentes citados.
Por otra parte todos sabemos que a los primos Stephen Amell y Robbie Amell se les contrata más bien por su aspecto físico que por sus dotes interpretativas, así que en ese aspecto tampoco destaca mucho.
Es muy raro que alguien tenga entre manos el potencial de este guión  y ni siquiera perciba cuál es el tema realmente valioso de la película. Debió ser mucho mejor.

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