Bombay.
Ovi, hijo de un mafioso, es secuestrado por una banda rival. Para rescatarle,
deciden contratar a Tyler Rake, un mercenario australiano.
Los
hermanos Russo justificaron la duración de Vengadores: Endgame diciendo que a partir de entonces todas las
películas durarían más de 3 horas. Bueno. Ahora, siendo productores y
guionistas, con 105 minutos han tenido suficiente.
Es
una película al servicio de los músculos de Chris Hemsworth. Peleas,
tiros, persecuciones, explosiones. Está bien coreografiada, bien rodada, con
largos travelling que siguen a la
gente incluso cuando cae de edificios. Muy violenta.
El
argumento es más simple que contar hasta 1 y no hay gran cosa que rascar. Ni
profundidad ni análisis posible y ni siquiera intriga porque todo es previsible.
Como ocurre en muchas pelis de este tipo, cuando buscan el toque dramático, juega
en su contra. No sólo no aporta nada sino que con frecuencia resulta ridículo,
falso.
Si
te va el género, te resultará muy entretenida. Si el género no te motiva
especialmente, se te hará algo pesadita porque tanto tiro y tanto jaleo acaba
por cansar.
Ese
final, la chica, el lanzacohetes, el puente, el río… Demasiada solución fácil y
demasiada imitación de otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario