Bajó
para mí muchísimos puntos en esa escena de la imagen falsificada del asesinato.
La empresa tecnológica más potente, los genios informáticos, con ordenadores
cuánticos ¿y usan una mierdecilla de aplicación que repite patrones de las
llamas?
Un
atajo injustificable en una serie que se toma todo el tiempo del mundo para
exponer las cosas. Esa escena escuece y, por desgracia, es la que persiste en
la memoria.
Por
lo demás está bien. Son las manías de Alex Garland. Determinismo frente
a libertad. El ordenador cuántico con todos (todos) los datos, capaz de
predecir el futuro de modo indefectible.
No
es cine para cualquiera. A muchos les parecerá lenta. Yo creo que tiene el
ritmo adecuado. Esta historia hay que contarla así. ¿Que un capítulo nos muestra
básicamente dos conversaciones? Adelante. Bien planificada, esmeradísima en su
fotografía, cuidada en los detalles (salvo el ya mencionado).
Además
sabe plantear adecuadamente la intriga y tensar la cuerda. Se pueden debatir
algunas cosas pero no sin desvelar cosas importantes de la trama, así que aquí
lo dejo.
Ocho
capítulos. O entras o no entras.
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