-Esta
es la historia de la Niña Hermosa con el gorrito rosado…
Una
historia siniestra y gótica con una atmósfera siniestra y gótica.
No
se han asustado de crear algo que asuste. Es un relato verdaderamente grotesco,
agobiante. Desde los primeros momentos (esa casa miserable, el hambre y la
pobreza, esa hechicera, esos monstruos) deja claras sus intenciones: no es para
niños.
Gretel
y Hansel dejan su hogar, obligados por la madre, obligados por la necesidad, en
busca de algo que llevarse a la boca. Un cazador los salva para guiarles hacia
un peligro mayor. Y atención porque voy a destripar la trama: llegan a casa de
la bruja.
Y
si al principio Gretel quiere irse y Hansel quedarse, luego las tornas se
invierten. Porque hay una capa perturbadora añadida acerca de Gretel: la
adolescente que evoluciona a mujer, el conocimiento de sí misma, las elecciones
que la convertirán en quien quiera ser. Puede aprender de la bruja. Aprender y
tal vez algo más.
Lo
mejor es la estética. El cuento está ahí, cierto, pero es el punto de partida
para fabricar una serie de estampas tétricas muy bien fotografiadas. Tiene unas
imágenes muy poderosas, visualmente impactantes.
Obviamente,
como en el cuento, el canibalismo tiene una gran importancia metafórica. Una
propuesta mucho más retorcida de lo que cabía esperar pero, indudablemente, no
es para todos los paladares.
-…pero
por dentro estaba podrida hasta la médula y era tan dulce como el vinagre.
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