-Muchos
pasaron por aquí buscando al mismo que tú. Murieron.
-¿Y
tú les ayudaste?
-Sí.
-No
estoy seguro de querer tu ayuda.
Hipotéticamente,
si la hubiese visto, no entraría en detalles para no revelar nada importante.
Hipotéticamente nadie la ha visto en España, así que todos hablamos de oídas.
De lo que hemos oído y/o leído. Así que no la he visto. Hipotéticamente. Todo
lo que sigue es hipotético.
Star Wars siempre fue un western espacial. Con frecuencia se les olvidó eso. A The Mandalorian no se le olvida.
Empieza como puro western (o eso
dicen). Un bar, pelea, tiros y el mandaloriano, cazarrecompensas, claro, coge a
su presa. Hace la entrega y le encomiendan una tarea muy enigmática.
Es
un capítulo que lo tiene todo para una buena presentación: acción, soldados
imperiales, droides, planetas nuevos, criaturas nuevas (esa doma de peces del
desierto es como una doma de caballos y dicen que mola mucho), amigos,
enemigos, transiciones atípicas en los cambios de escena, ese tiroteo en la
plaza del pueblo… y una sorpresa imponente sobre el individuo que debe ser
capturado. Todo el espíritu de la saga sin dar la paliza con la familia Skywalker.
Muy
bien como arranque. Veremos si mantienen el tono. Mucho mejor en sus 39 minutos
que toda la peli junta de Han Solo.
Dicen.
-Somos
cuatro contra uno.
-Me
gusta la proporción.
Y
se puede ver, hipotéticamente, con la traducción oficial en castellano. Disney
tiene sus políticas raras. Pero yo no voy a pedir explicaciones porque Bob
Iger no suele responder con lógica.
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