Mi
interés por una carrera de coches del año 66 y por los negocios entre Ford y
Ferrari en aquella época es exactamente igual a cero.
Pero
dirige James Mangold y actúan Matt Damon y Christian Bale,
así que merece un acercamiento.
Empecemos
por lo peor: sus dos horas y media (largas) sin justificación. Lo segundo peor:
es la fórmula de siempre, el guión cliché, la estructura preconcebida.
Hay
algo a su favor que me interesó mucho. Pensé que iba a ver una rivalidad entre
Ford y Ferrari pero no es eso. Lo que cuenta es la guerra interna de Ford, las
tensiones entre directivos, ingenieros, diseñadores y pilotos. Esa es la
narración de la película. De Ferrari no se nos cuenta prácticamente nada.
Perdieron, claro. Es muy americano eso.
Están
muy bien las carreras en sí. Mangold tiene buen sentido de la
planificación y sabe dónde colocar la cámara para meter al espectador en la
pista. A veces es demasiado videojueguil para mi gusto pero imagino que era
inevitable.
Pesada en muchos momentos aunque ya digo que el tema en sí no me atrae
e igual es problema mío. Son interesantes los momentos femeninos. En una peli tan
masculina son divertidas las escenas de Caitriona Balfe. Hay
una especialmente buena, con ella al volante.
La
cosa es que es una peli con buen rollo familiar y de amistad y seguro que gusta
a mucha gente, imagino que más aún a los amantes de los cochecitos. Aunque
igual ellos son más críticos.
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