Hay
un cine absurdo que tiene sentido como reflejo de una sociedad absurda. En liberté no es esa clase de cine
absurdo. Es cine absurdo sin sentido, absurdo porque quiere ser comedia sin
conseguirlo, absurdo porque es más ridículo que la sociedad o el drama que
propone.
Las
escenas en que Yvonne cuenta a su hijo quién era su padre, escenas de acción
cómicas sí tienen sentido porque están creadas para alimentar una imagen en el
niño. Pero aterrizar en la realidad y descubrir que es más absurda que los
relatos infantiles, supone un desequilibrio narrativo brutal. Lo del psicópata
cargado con bolsas con cabezas no es comedia, no es absurdo, no en el universo
de la peli. Pudo serlo en una película más loca, más sinceramente absurda. Aquí
pierde toda simbología. Sin conflicto, sin conclusión. Un simple inserto porque
sí sin razón de existencia.
La
idea me parece buena. Yvonne estuvo casada con un hombre perfecto y va a
descubrir que era un policía corrupto. Ella tratará de reparar el error. El
problema es obvio: ni psicologías ni situaciones ni evolución son aceptables.
Una
buena escena al principio, un final decente (pero previsible) y dos o tres
chistes con cierta fortuna. No merece la pena seguir el resto de relleno
repetitivo, tedioso.
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