-Esto
ya no es una expedición. Es una carrera.
Por
una parte me gusta. Por el retrato que hacen del personaje. Un tipo
impresentable, mujeriego (preferiblemente casadas), insociable, insensible. No
hacen una operación de maquillaje como en First Man (El primer hombre). Muestran al hombre real, con su
espíritu aventurero y su carácter insoportable. Un tipo calculador que prevé
los perros que se va a comer en el viaje de vuelta ahorrando peso. Tan
imperturbable como los hielos que quería domar.
Me
gusta cómo presenta a la esa camarilla de aventureros noruegos/británicos. Roald
y Leon Amundsen, Robert Falcon Scott, John Franklin…
Frecuentando los mismos círculos en busca de financiación.
Ahora
bien. Los problemas son evidentes. La épica es casi nula, resuelven el Antártico
en la primera mitad de metraje y necesitan demasiado tiempo para explorar las
contradicciones y obsesiones del hombre. Claramente el guión es poco hábil para
la síntesis y se embarulla tremendamente para explicar lo que ya sabemos.
Una
vez más asistimos al error de los biopics:
tratar de abarcar la vida entera cuando lo adecuado es centrarse en un momento
y trazar, desde ahí, el carácter del biografiado.
Interesante
a ratos, plúmbea otros.
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