Mi
principal pega es que el carácter de Jay es distinto. El Jay maduro
es incorruptible, un tipo que sigue las reglas a rajatabla. El Jay
joven no es así. Me dirás que la gente evoluciona y cambia. No:
esto era parte del carácter inmutable que construía al personaje.
Si lo esencial se lo quitas, tienes a otro.
Otro
problema es que Origin
es bastante más circular. La original era una investigación que
avanzaba en línea recta porque las intuiciones y experiencia de Jay
sabían por dónde ir. A
este
Jay joven se le presupone esa intuición pero la pifia donde el
espectador no. Secuestra, tortura (ése no es Jay), interroga a un
nativo sin razón y tarda
en descubrir
quién está detrás de todo (cosa que los espectadores sí
sospechamos).
Hay
una cuestión dramática que no termina de funcionar: su matrimonio.
Como ya hemos visto al Jay maduro, sabemos qué va a pasar con ese
matrimonio a corto, medio y largo plazo. Así que los posibles
conflictos maritales que nos presentan no nos preocupan mucho:
sabemos su futuro.
Cuarta
pega: anteponen
lo ideológico (los desmanes racistas) a la narrativa.
Pero es que la historia de racismo en Australia ya me la han
contado muchas veces
y la historia del joven Jay no. Eso lo hacía también mucho mejor la
serie original.
Ya
la primera temporada perdió bastante respecto a la serie madre. Pero
ésta segunda se me ha hecho difícil de terminar. Muy
dispersa e innecesariamente estirada.

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