En
todo número de prestidigitación hay dos partes: el espectáculo de
la puesta en escena y el engaño final. En vivo es simple. En cine es
más complejo porque el espectáculo está en la forma
-planificación, montaje- pero la sorpresa está en el guion. No
puedes pretender engañarme con la cámara porque el corte de montaje
es muy fácil. La cámara nos sorprende pero el guion debe tener un
giro inesperado. Por eso triunfó Ahora me ves…
y por eso no funcionó Ahora me ves 2.
En
esta 3ª han tenido 9 años para pensarse bien lo que hacían. Y lo
han hecho. No va a asombrarnos como hizo la original pero sí logra
que su resolución tenga un toque inesperado, lo justo para rompernos
la cintura.
Está
bien llevada en su mayor parte. La casa mágica es un interludio
suficientemente vistoso y entretenido como para ocultar que es
prescindible. Pero hay ingenio, nos divierte y juega con la magia
real y la magia de la cámara.
Pienso
que 8 personajes son muchos personajes. Mejor dicho: son demasiados
para desarrollarlos bien. Más gente tenía Ocean,
le pasaba lo mismo y seguía siendo resultona. Pero personalmente
preferiría menos gente y más profundidad.
En
cualquier caso es un producto construido con esmero. La villana
(Rosamund
Pike)
me resultó creíble. Nada exagerada, convincente en su maldad.
No
descubre nada nuevo en historias de magia ni de atracos, pero fluye
con facilidad y es fácil dejarse arrastrar por las propuestas
visuales de la cámara y hacer como que uno no ve lo inverosímil
-¿por qué un tanque de arena y no matarlos directamente?, ¿a qué
viene la trama de los Fórmula 1?-.
La
he disfrutado sin alharacas pero también me parece que está
agotada.

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