22/11/25

The Running Man

The
Running Man es un reality sangriento en el que los concursantes deben sobrevivir durante 30 días, huyendo de los cazadores contratados para matarlos. Ben, sin trabajo, con una hija enferma, desesperado, decide apuntarse al concurso. Si gana son 1.000 millones. Lo único que le queda es la rabia así que…
Scott Pilgrim fue una peli que detesté. El resto de la filmografía que he visto de Edgar Wright me ha gustado mucho. Última noche en el Soho me gustó muchísimo. Esa fuerza visual que tiene la explotó al máximo.
Pero The Running Man me parece un patinazo. No sabe si tiene que ser comedia o drama, no sabe si ir en serio o en broma, dar mensajes sutiles o directos, frenarse en los giros o meter más. Y como acaba hecho un lío termina abruptamente con una elipsis brutal en la que nos tenemos que tragar la resolución porque sí.
Ni siquiera hay una secuencia de acción memorable. Son locas, frenéticas, agitadas… Pero no especialmente bien rodadas. Es la técnica de agitar la cámara.
Para empezar tarda muchísimo en arrancar. Entre presentarnos al personaje y explicar las numerosas reglas del concurso (que van a ser inútiles a las primeras de cambio) se va gran parte del metraje. Hasta el minuto 45 no empieza la esencia de la película: correr.
Tampoco es que el planteamiento sea muy original. Basado en la película Perseguido (1987) de Schwarzenegger, toma elementos de El fugitivo, de The Game y, por desgracia, de El show de Truman. Digo por desgracia porque ese mensaje crítico no sólo acaba por resultar contradictorio sino que se diluye en el caos.
Vale. Puede ser entretenida a nivel superficial. Y la habría valorado mejor si se hubiera quedado en eso. Pero es que pretende ser una lección moral… sin mojarse. Y eso es imposible.
Visualmente impactante, como siempre es Wright, pero caótico. Personajes superficiales, arrítmica, dubitativa. No te aburrirá pero tampoco te dejará satisfecho.

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