Pues
me ha gustado más que la primera.
En
primer lugar tiene 6 capítulos en vez de los 8 de la primera
temporada y eso le sienta muy bien al ritmo. En segundo lugar queda
más claro que el verdadero conflicto es la familia. Esto sí es una
familia disfuncional de verdad. Porque si hablamos de tres
generaciones de espías de la KGB o la Stasi, expertos en mentiras,
traiciones y anteponer la ideología a cualquier otra cosa, pasa lo
que pasa.
El
guion no está
nada mal pero no es su punto más fuerte.
Lo que más me fascina es su puesta en escena: decorados, vestuario,
colores, iluminación (la casa de Natasha, la rusa, en el último
capítulo es maravillosa). Es una serie muy bien planificada. Las
escenas de acción, aunque no sean locuras espectaculares, están
rodadas con elegancia y tienen sus puntos originales. Sí:
planificación y fotografía están a un altísimo nivel.
Seguimos
con ese
maletín con algo importante. Hacen
un poco de trampa sugiriendo que es algo que atañe
al pasado de Kleo. No es exactamente así. En todo caso
tangencialmente. En cualquier caso es un objetivo, un motivo, un
motor de la acción tan válido como cualquier otro: lo quieren en la
extinta RDA, en la extinta URSS, en la CIA… Y lo quiere Kleo, que
tiene que ir matando a antiguos ex colegas de la Stasi o la KGB. Muy
entretenido.
No
entiendo que Thilo siga funcionando por ahí. Este
personaje debió suprimirse.
No le veo sentido. Un
tío ciego de LSD hasta las trancas cuyas acciones son, obviamente,
inesperadas e inescrutables. Y que no sirve realmente para nada.
Lo
del cosmonauta también me parecía superfluo. Hasta que llegamos al
final. Y ahí arrancará la tercera temporada, digo yo. Espero que no
tarde otros 2 años en regresar.