Thelma
tiene 93 años. Un tipo que se hace pasar por su nieto le estafa
10.000 dólares. Al principio lo acepta resignadamente pero luego,
inspirada por Tom Cruise, se pone en modo Misión
Imposible.
Una
película repleta de medicinas, andadores, ancianitos y… acción en
la medida de lo posible. Tiene todo, absolutamente todo lo que
tendría una película de Misión Imposible: buscar un
ayudante, conseguir un arma (lo de rodar por la cama para conseguirla
es tan estúpido, tan encantador, tan ridículo, tan real…),
persecuciones, uso de tecnología… Pero sin fantasmadas, sin cosas
imposibles, cargada de humanidad y humor y un poco de drama. Si los que hablan de diversidad e inclusión hiciesen más películas
de ancianos (el mayor grupo social y el menos representado) tal vez
me creería alguna de las memeces que dicen.
Me
sorprende que tenga ritmo, tensión, comedia… Qué simpática, qué
bien rodada en esas calles de Los Ángeles. Y sorprende más porque
es el primer largo del director. No hay grandes alardes pero es
funcional por completo, ha captado el tempo adecuado y lo más
importante: se ve que Josh Margolin ha puesto mucho cariño.
June
Squibb está inmensa a sus 93 años. Su hija es Parker Posey
y su yerno es Clark Gregg.
Para
pasar un buen rato de diversión y con buen nivel.
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