3/7/24

En tierra de santos y pecadores

-Aquí termina todo para personas como nosotros. En un páramo azotado por el viento.
1974. Un comando del IRA, tras un atentado en Belfast, se refugia en un pequeño pueblecito. Allí vive Finbar, que tiene sus propias habilidades criminales.
Creo que es hora de que triunfe el término liamneesonada para definir un género: persona de más de 70 años que se lía la manta a la cabeza y se enzarza en el género de acción.
Lo primero que hay que decir es que, siendo muy similar conceptualmente al género, es bastante superior. La primera escena ya remite a un nivel de dramatismo serio que no suele tener este tipo de películas. Después viene una dirección de fotografía coherente y una planificación eficaz. Y el guion, una vez asumido que hay cosas que tienen que pasar, está bien desarrollado.
Hay personajes escritos con solidez aunque aparezcan poco. Kerry Condon es una estupenda villana, pero también el otro asesino a sueldo (Jack Gleeson), el policía local (Ciarán Hinds) y una generosa galería de secundarios que aportan sustancia creíble al relato.
Se esfuerza por construir el drama, aporta matices a cada criminal, expresa decisiones lógicas. Lo más caprichoso y casual es esa bala que anda rodando por ahí sin ton ni son. La cuestión es que cuando llega el momento culminante funciona muy bien, desde los momentos previos, crecientes en tensión, hasta el espléndido enfrentamiento final.
Y es dura y cruda cuando debe serlo.
Bastante bien. Un entretenimiento con algo que contar y que no se limita a la venganza pura y dura.

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