24/3/24

Cazafantasmas: Imperio helado

La película tiene dos cosas buenas: la secuencia de apertura y la comedia.
La secuencia de apertura. Venga, levantad la mano los que pensáis que ahí estaba la verdadera película que nos habría gustado ver. Todos la habéis levantado. Yo me habría quedado muy a gusto en 1904 con la Sociedad de Aventureros de Manhattan.
La comedia. Pues curiosamente funciona. A mí, al menos, me han gustado casi todos los chistes, bromas y gags.
Pero hay problemas gordísimos. Hay demasiada gente, demasiados cazafantasmas (¿he contado 12?) y demasiados tipos reclamando su cuota de protagonismo y sus chistes (por buenos que sean). Y eso significa que ni profundiza en los personajes ni, por ende, logra que nos identifiquemos con ellos. El montaje son meros saltos, el ritmo se quiebra, la historia se estanca y el espectador se pregunta si realmente llegaremos a ver ese imperio helado. Lo verás pero es un tanto decepcionante.
¿Aburrida? Pues la verdad es que a ratos sí. A todos nos gustó Cazafantasmas: Más allá y esperábamos mucho de esta continuación. Pero no se trata de expectativas. Realmente hay un bajón notable en guion y caracterización de personajes. En la primera parte Phoebe se llevó la gloria. Conscientes de ello, los responsables quieren convertirla en el personaje principal, pero encasillarla en adolescente un pelín rebelde es un cliché. Entiéndeme: la interacción con Melody sigue haciéndola el mejor personaje pero, ¿no hubo mejores ideas?
Total, que no sé si realmente merece la pena como mero entretenimiento. Hay una escena inter-créditos que no aporta mucho.

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