Es
de 2011. Me ha parecido bastante interesante. Son evidentes ciertos
problemas de verosimilitud, pero tampoco a Hitchcock
le pedíamos credibilidad total. Y si menciono a Hitchcock
es porque esta película tiene mucho de él. Es fácil acusar a los
franceses de hitchcockianos.
Fueron los primeros en descubrir la genialidad del director y con
frecuencia lo imitan.
Aquí
empezamos con una trama carcelaria y el botín de un robo escondido.
Todo ello es el mcguffin
porque la trama va en otra dirección. Tiene más de asesino en
serie, de Con
la muerte en los talones,
de dos hombres dándose caza mutuamente mientras la policía persigue
a ambos e incluso hay un cuarto elemento que va por su cuenta (Sergi
López).
Hay
mucho de dirección setentera pero combinada astutamente con
persecuciones de aire más contemporáneo. La persecución a pie en
la autopista está bastante lograda.
La
película es muy ágil. Desde luego resulta poco creíble cómo el
protagonista escapa siempre por los pelos, incluso cuando parece
completamente rodeado. Pero es parte del juego, de imprimir ritmo,
suspense y tensión a una historia que va pisando el acelerador
continuamente.
Un
buen thriller
entretenido, impecable
en acción y giros, pero un guion un poquito mejorable.
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