Andy
vuela de Estados Unidos a Australia para buscar a su padre Hugo.
Bidgeegud tiene una población de 12 habitantes. Pero es que Hugo ha
desaparecido hace unos días. Se habla de una bolsa con dinero que
puede o no existir. Como los extraterrestres.
Una
de esas series australianas donde el verdadero
protagonista es un pueblo perdido en el desierto, poblado por gente
que huye de sí misma. 11 personas extravagantes, absurdas, para
echar de comer aparte.
Los
12 capítulos pueden asustar pero en realidad duran menos de media
hora cada uno. Pese a ello, ciertamente, no siempre controlan bien el
ritmo.
Cuando
la serie profundiza en sus absurdos personajes es bastante buena.
Cuando se enreda en conversaciones y situaciones repetitivas termina
por cansar. Hay momentos en que avanza en la dirección correcta.
Otras veces se estanca en la prolongación de un instante y no sabes
el porqué. Se hace pesadita con bastante frecuencia sin
motivo: tienen personajes, trama y desarrollo suficiente para
explorar y expandir pero parecen preferir una cierta rutina de
espiral.
Está
muy bien en los giros y luego se enfanga hasta el siguiente giro. No
sé si los guionistas son primerizos, pero desde luego tienen
bastantes
problemas con el desarrollo de diálogos.
Por
otra parte tiene sus ideas arriesgadas como la de presentar a una
mujer policía que es una absoluta imbécil. ¿Habíamos visto eso
antes?
Las
interpretaciones son muy variables. Hay algunas bastante buenas y
otras muy poco convincentes. A Leon no es fácil seguirle: a veces es
tonto,
otras parece listo y no creo que el actor sepa encarnarlo.
El
personaje de Cassie ofrecía un enorme potencial, logran algo de ello
pero también ahí me parece que se queda corta.
Me
gusta la
serie
pero termino con la sensación de que debió ser mucho más.
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