2/3/24

Dune: Parte dos

Dejamos, hace ya tres años, a la familia Atreides casi extinta, víctima de los juegos de poder entre el Emperador, los Harkonnen y las Bene Gesserit. Sin embargo, poco a poco, Paul Atreides se va configurando como el salvador que estaban esperando los Fremen. Al menos muchos de ellos.
Villeneuve vuelve a demostrar su poderío visual. Realmente tiene una perspicacia inusitada para encontrar una nueva colocación a la cámara de modo que todo resulte impactante. Esas gigantescas maquinarias sobre el desierto obligan a filmar sólo porciones de ellas si se quiere mostrar la acción humana. Y eso da idea de la envergadura del armamento bélico. Y juega muy bien con la profundidad de campo, con las cosas que pasan tras la acción principal.
Tengo algunos problemas con el montaje en su último acto. El viaje del norte al sur es tan sencillo, tan fulminante, que te cuesta entender que sí, que ya están ahí. La audiencia de los Harkonnen ante el Emperador ocurre de modo igualmente súbito y no encuentro una razón para ello. Lo mismo me pasa con el inicio de la batalla final. Millones de personas están ahí de golpe.
En una película que se toma todo con calma (y no tengo nada en contra del ritmo, porque me parece adecuado) sorprenden esos saltos bruscos, esos cortes apresurados. Reconozcamos que, puestos a cortar, había otros fragmentos menos relevantes.
Me ha gustado mucho pero no me parece la obra maestra en la que algunos la quieren convertir. No tiene soltura para conjugar géneros y, sobre todo, aspira a ser una tragedia griega sin que mueran los buenos. Y eso no puede ser. Creo que le habría sentado mejor un poquito de humor antes que esa solemnidad demasiado exagerada a veces.
En las interpretaciones me quedo con Javier Bardem (siempre se toma muy en serio lo que hace y encuentra el tono adecuado) y Rebecca Ferguson tanto como madre de Paul como Bene Gesserit. Y lo siento pero sigo pensando que Timothée Chalamet no es adecuado. Tiene dos registros: modo susurros y modo gritos. Que sí, chicas, que es guapito y ese aire lánguido y ausente, como perdido, da ganas de recogerlo y ponerlo en la cesta junto con el gato. Pero no es una gran actor. Al menos de momento.

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