25/3/24

Teresa

-Pocos entienden que la clausura es libertad.
Se entiende que cualquier gran actriz quiera adentrarse en la riqueza psicológica de santa Teresa de Jesús y su extraordinaria vida. Por eso no me extraña que Blanca Portillo, en mi opinión la mejor actriz española de la actualidad, interprete su Teresa.
Entiendo que, a priori, pueda parecer interesante la dialéctica entre el inquisidor y Teresa: permite a la directora seleccionar lo que quiere destacar. Pero creo que ese concepto es su fallo: la estructura limita mucho la narrativa. La realidad es que ese sistema acaba cansando un poco.
Paula Ortiz trata de dinamizar el inevitable diálogo con flashback e imágenes simbólicas. Pero es lo que tiene la mística: es complicadísima de trasladar a imagen. Y aquí se convierte la mayor parte de las veces en secuencias oníricas, sólo en ocasiones con un profundo sentido de trascendencia. Por decirlo de otra manera: no es lo mismo el éxtasis que entrar en trance haciendo yoga.
Blanca Portillo, desde luego, está portentosa. El mayor mérito de la directora ha sido escoger a la actriz para sostener el relato. Tampoco es su único acierto. Tiene imágenes poderosas aunque no siempre encajen bien con lo que se dice y, si a veces se pasa de histriónica, lo compensa con momentos contemplativos de reposo.
Técnicamente es una película muy lograda, el guion se hace farragoso. Se habla de demasiadas cosas, pocas llegan a interesar y rara vez logra emocionar.
Me quedo con la interpretación de Blanca Portillo y la calidad de la fotografía (trabajadísima). Lo demás se olvida fácil. En cualquier caso creo que hay que agradecer a Paula Ortiz que se atreva a correr estos riesgos y que sepa hacer un cine alternativo con tanto trabajo técnico detrás.

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