Soy
el primero que defendió el piloto de The Walking Dead. Bueno, tal vez no el primero. Ni el quincuagésimo
segundo. Tal vez hubo un millón delante de mí. Pero me gustó. En el tercer
capítulo supe que la serie estaba agotada y que aquello no daba para más. Que
habría un carrusel de vacío con ocasionales buenos momentos.
Black Summer no es así. Black Summer son 8 capítulos
intensos, con tensión continua. No baja el ritmo en ningún momento. Comienza en
medio de la acción, cuando los zombis ya campan a sus anchas, cuando gran parte
de los humanos se han vuelto psicópatas y se dejan llevar por los instintos, y
sigue y sigue. Técnicamente virtuosa y dramáticamente impactante.
Excelente
planificación, con larguísimos travellings,
con muchas cosas que ocurren en segundo plano, jugando con la profundidad de
campo. Y luego cambiará el punto de vista y lo que era segundo plano será la
acción principal. Duran entre 20 y 40 minutos, lo necesario para cada arco, sin
alargar innecesariamente. Muy fuerte ese capítulo en el colegio tan El señor de las moscas.
Además
nadie tiene garantizado el protagonismo. Se cargan a quien haga falta.
Personajes
sólidos. Los definen rápidamente y nos arrastran con ellos a su angustia.
Muy
buena serie. Redonda.
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