15/4/19

A la vuelta de la esquina


Esta es la clase de película que ayuda a fomentar la idea de que los alemanes son, pues eso, germánicos.
Christian entre a trabajar en un supermercado bajo la supervisión de Bruno. Marion, una de las trabajadoras, también le echa una mano a adaptarse. En determinado momento de la película Bruno hace algo que aporta un toque de drama a la historia. Pero no hay más.
Pasillos de supermercado, idas y venidas, poco hablar, más pasillos. Apenas se adentra en los sentimientos de los personajes salvo de modo excepcional. Es una película sobre la soledad y queda claro que todo el mundo está muy solo. Pero no parece el modo correcto de contarlo. Las dos horas de metraje golpean como cinco.
Todo transcurre de modo apático, cansino. El drama de Bruno despierta algo el amodorramiento de los personajes, pero no es suficiente para elevar el interés de la película.

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