70
u 80 minutos de duración por capítulo muestra que Netflix no es el canal
original, pero sí es la primera serie en gallego que Netflix compra y exhibe
por todo el mundo. 6 capítulos.
Demasiadas
cosas, tramas, personajes, casualidades concatenadas y pistas para despistar.
Demasiadas referencias. Está claro que han visto las primeras temporadas de True Detective y Mindhunter (ese jueguecito del
asesino que tal vez veamos un día). En cierto modo no está mal todo esto. Es
bueno fijarse en las grandes series de fuera y es bueno que no estiren la trama
artificialmente.
En
cierto modo, digo, porque en el capítulo final se monta un cirio de cuidado.
Todo tiene que encajar y lo hacen encajar a cualquier precio. Y quedan hilos
sueltos. Y algunas cosas supuestamente sorprendentes las vi venir de muy lejos,
aunque supongo que eso depende de la cantidad de cine que hayas visto.
Lo
que más detesto es algo típico de las series de aquí: la trama de la
adolescente idiota. Parece obligatorio meter a unos adolescentes imbéciles aunque
su conexión con la trama principal sea mínima. La hija del cabo no espabila.
No
puedo decir que me haya satisfecho mucho, pero creo que los responsables de
esta serie tienen mucho potencial. Hay buenos personajes, algunos
planteamientos originales, un nivel de producción aceptable… Si se liberan de
estereotipos y manías de apariencia obligada, pueden desarrollar una trama policiaca
muy interesante.
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