La
peli no es buena, cierto, pero tampoco tan mala como dicen por ahí. Una
guardaespaldas (Noomi Rapace), su clienta y un entorno hostil. Una de
esas pelis en las que unas veces eres la cazada y otras veces la cazadora.
Está
claro por qué la juzgan mal: un giro final que no cuela y da vergüenza ajena,
ausencia de elementos originales y subtramas muy mal llevadas (las
negociaciones de la venta de acciones, el pasado de Noomi tratando de
enriquecer el personaje, el diálogo cutre entre clienta y guardaespaldas sobre
ser amigas). Está claro que es una peli para ampliar los fondos de Netflix.
Sin
embargo tiene cosas buenas. Los cinco primeros minutos nos presentan a esa
guardaespaldas en una operación militar y dejan claro que es una tipa astuta y
competente. Aunque las escenas de acción no sean novedosas tienen una violencia
contundente que disfruté (la pelea en la habitación marroquí, el modo en que se
ocupan del tipo de la furgoneta, la gresca submarina…). Y es de agradecer que
muestren cómo la cara de Noomi, progresivamente, va quedando como un
cromo después de cada paliza. No suelen hacer eso en las pelis.
No
es buena, no. Pero se puede disfrutar con mucha paz. Quiero decir que si
aceptas las marcianadas de Liam Neeson no puedes criticar la presente.
2 comentarios:
Para ser una película cuyo mayor objetivo es ser relleno de catalogo esta bien, cumple en entretener.
El pasado sobra un poco y el giro del final muy forzado y poco creíble, pero en fin poco se puede pedir a estas películas
Lo malo de ese giro es que no era necesario o que podría haber sido más verosímil. El problema de esta peli no está en que le falten cosas, está en que le sobran. Se las quitan y habría quedado mejor.
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