En
ocasiones hago el propósito de ver cine indio con regularidad. Nunca lo cumplo.
Creo que la última peli india que vi fue hace dos años. Finalmente investigué
qué había sido comercial, últimamente, por esos lares y apareció esta película.
Es
una mamarrachada divertidísima. Una especie de Piratas del Caribe triturada por esa estética de CGI chillones
y con bailes. Hay una especie de Jack Sparrow que se llama Firangi y, como a
horteras no les gana nadie, le han añadido gafas de sol y sombrero de copa.
Son
muy imaginativos en sus coreografías de peleas. En realidad lo son demasiado.
Está bien el concepto y situaciones pero luego lo exageran hasta lo imposible.
Volteretas, explosiones, vuelos… Me gustó la escultura en el puerto en plan
caballo de Troya.
Por
supuesto están los bailes. Supongo que el cine indio es el último reducto de
esas coreografías de masas. A Hollywood se le ha olvidado. O se han vuelto más
vagos. O no quieren gastarse pasta. No estaría mal que Hollywood desarrollase la
imaginación de los indios para las escenas de acción y que los indios aprendieran
a moderarse.
Casi
tres horas demenciales para ver relajadamente, sin pensar y con la mentalidad
de alguien de 12 años a quien sólo le importa la aventura, no lo verosímil.
Me
ha costado escribir el título que le han dado en España. Hindostan, simplemente, no existe. Debería ser Indostán. Sin H y con tilde en la a. Supongo que
para que quede claro desde el principio que lo mamarracho empieza ahí.
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