La
película intenta algo muy difícil: tratar un tema peliagudo en plan divertido.
Quiere hablar sobre la adopción de adolescentes problemáticas en clave de
comedia.
Mark Wahlberg y Rose Byrne
adoptan a una adolescente y a sus dos hermanos más pequeños. El planteamiento
intenta ser realista y, en ocasiones, didáctico. Hasta demasiado didáctico. Es
decir, que se lo toman en serio. Pero las situaciones, diálogos y diversos
escenarios están concebidos como una comedia. Algunos de los problemas que se
plantean son complejos (pero no excesivos) y las soluciones parecen demasiado
fáciles.
Está
claro que las intenciones son buenas pero el resultado se queda lejos, sin
duda, de satisfacer al espectador y sospecho que incluso los propios
realizadores son conscientes del berenjenal en que se meten.
Obviamente
un tema así sólo se puede resolver por la vía sentimental.
Lo
mejor es la aparición de un caras conocidos en el papel de secundarios: Octavia
Spencer, Margo Martindale, Joan Cusack…
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